EDP y Cantábrico conseguirán unos ahorros de 30 millones anuales tras su integración

EDP e Hidrocantábrico ya han hecho las cuentas de los beneficios que pueden derivarse de su integración. La compañía lusa, que se hará antes de final de año con el 95,7% de la firma asturiana, y la sociedad presidida por Manuel Menéndez ahorrarán conjuntamente unos 30 millones de euros anuales fundamentalmente en compras, combustible y gastos financieros.

Aprovechar las sinergias. Así definen sus gestores la política que quieren aplicar EDP e Hidrocantábrico y que supondrá un sensible ahorro de costes, según los cálculos realizados por el Boston Consulting para ambas compañías.

La integración de la eléctrica lusa y la firma asturiana permitirá, sólo en el ámbito interno, una minoración de los gastos del orden de 30 millones de euros anuales durante los próximos ejercicios. Esta estrategia, que se empezó a aplicar hace cuatro meses cuando EDP pactó con Cajastur llegar hasta el 95,7% del capital de Cantábrico, no empezará a dar sus frutos hasta finalizar 2005 y se espera que supere la cifra inicialmente prevista en su plan de actuación.

Los ahorros, aseguran fuentes del sector, procederán de las compras conjuntas de equipos destinados a los aerogeneradores de los parques eólicos en construcción; de las adquisiciones que se realicen para las nuevas centrales de ciclos combinados previstas y de la adaptación de las instalaciones ya existentes.

También llegarán por la vía de su mayor capacidad de compra de hidrocarburos y materias primas (gas y carbón fundamentalmente), así como por la disminución de los gastos financieros necesarios para realizar su actividad.

Esta política de actuación no supondrá la pérdida de independencia de Hidrocantábrico y de Naturcorp, su filial para el negocio gasista. EDP, presidida por João Talone, tiene previsto convertir a Cantábrico en la sociedad que desarrolle sus actividades de generación, distribución y comercialización de energía eléctrica en España y aprovechar así las oportunidades que se presentan con la creación del Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel).

El papel que protagonizará Naturcorp, según la estrategia de EDP, es ser su soporte para el negocio gasista en España. También, en erigirse como un proveedor integral de energía (gas y electricidad) en el País Vasco.

Cantábrico tiene previsto invertir hasta 2010 unos 1.500 millones en la renovación y ampliación de su parque de generación. La firma asturiana anunció recientemente una inversión de 195 millones de euros en la construcción de una nueva central de ciclo combinado en Castejón (Navarra) de 400 MW que se ubicará junto a las instalaciones de una planta similar, también de 400 megavatios de potencia.

Naturcorp, en la que controla el 56% de su capital, tiene en cartera otro importante calendario de inversiones.

Hasta 2007 tiene previsto destinar unos recursos superiores a los 500 millones de euros para ampliar su red de gas en el País Vasco, extender sus redes por la zona norte de España y afrontar la construcción de un gasoducto que le conecte con la red gasista francesa. El objetivo es conseguir una cuota de mercado del 20%.

Cerrar la adquisición antes de final de año

El acuerdo está cerrado, pero todavía no se ha materializado. El control accionarial de EDP sobre Cantábrico, que le dará un 95,7% de su capital, está previsto que se escenifique antes de final de este ejercicio. Los listones puestos por las autoridades españolas y las comunitarias ya han sido superados sin problemas.Esta operación de canje de participaciones entre EDP y Cajastur, le permitirá a la entidad de ahorro asturiana mantener algo más de un 4% de Cantábrico y asumir cerca de un 6% de la eléctrica portuguesa para convertirse en su primer inversor privado y en el segundo detrás del Estado portugués. Los muebles, sin embargo, están a salvo.Cajastur, como consecuencia de los pactos cerrados con la compañía presidida por João Talone, se ha reservado, a pesar de su posición minoritaria, una serie de cláusulas que le permiten mantener un cierto control sobre la gestión de Cantábrico a la vez que mantendrá derechos de veto sobre posibles alteraciones accionariales que se puedan producir en la asturiana.