Los fabricantes de coches frenan sus ganas de correr
Las bajas ventas llevan a las marcas a cuestionar su presencia en campeonatos
Se acerca una época de curvas para las competiciones internacionales sobre ruedas. Las incertidumbres económicas están obligando a los fabricantes de automóviles a contener los gastos, lo que les está llevando a replantearse su participación en eventos como el Campeonato Mundial de Rallies o la fórmula 1.
Algunas ya lo han hecho. Ford anunció en septiembre que dejaría de competir en la formula 1. Citroën y Peugeot abandonarán en 2005 el WRC, el campeonato mundial de rallies, competición de la que es actual campeón del mundo, tanto de marcas como de pilotos. La marca francesa y su hermana Peugeot han ganado las últimas cinco ediciones por escuderías. General Motors, ausente en el mundo de los rallies y la alta velocidad, tampoco correrá en la formula Indy, una de las carreras más populares en EE UU, arrollada por Toyota y Honda. En octubre, GM también anunció que Opel no competirá en el Touring Cars Masters.
A pesar de su éxito, el grupo PSA aseguró en un comunicado que 'debido a una coyuntura automovilística muy difícil, en 2005 se revisarán las nuevas oportunidades en los deportes de motor para permitir al grupo recortar significativamente sus presupuestos deportivos'. Esta temporada, también se anunció su retirada el segundo piloto de la escudería, el español Carlos Sainz, en el que se ha basado buena parte de su estrategia comercial España.
El campeonato mundial de rallies, en cualquier caso, ha sufrido una gran rotación de marcas en los últimos años. Seat abandonó la competición en 1999; Toyota hizo lo propio en 2000, después de haber ganado el título de marcas. El año siguiente abandonaría Citroën, aunque se reengancharía en 2003. Ese año, el fabricante japonés Mitsubishi, aquejado de una grave crisis financiera, decidió echar el cierre. La temporada pasada, fue Volkswagen la que se marchó por completo tras negarle la participación a Skoda.
Este tipo de competiciones proporcionan a los grupos un escenario perfecto, tanto para publicitar sus marcas como para mostrar la tecnología de la que son capaces, aunque los vehículos que compiten rara vez tengan que ver con los que se venden al público.
Estas inversiones se rentabilizan si el equipo tiene éxito, según los analistas consultados por Reuters. Y más, si en sus filas corre algún corredor del mercado en el que se quiere promocionar, como Renault y Fernando Alonso o Carlos Sainz y Citroën.
Sin embargo, los fabricantes se muestran reticentes a invertir cientos de millones en un momento de incertidumbres en Europa, con el desempleo en alza en mercados centrales como Alemania y el progresivo aumento del precio de las materias primas.
La retirada de Citroën agudizará la crisis del WRC, que cerró la temporada pasada sólo con cinco marcas participantes. Por ello, los jefes de las escuderías se reunirán este viernes con la organización para discutir cómo rebajar los costes.
Toyota negocia con Jordan para suministrarle motores en 2005
La retirada de Ford de la Fórmula 1 ha puesto en dificultades a otras dos escuderías, ya que Jordan y Minardi dependen de sus motores. Sin embargo, el futuro parece despejado para Jordan a una semana de que venza el plazo de inscripción. La escudería, según fuentes internas, ultima un acuerdo con Toyota para que le proporcione los motores. El mismo plazo de una semana es el que le resta a Ford para encontrar un comprador para la escudería Jaguar y evitar el cierre de una escudería que costaba unos dos millones de dólares semanales.En la actualidad, las conversaciones más avanzadas se mantienen con el fabricante de bebidas energéticas Red Bull. Los jefes de las escuderías, excepto el de Ferrari, se reúnen hoy en Londres para discutir medidas de ahorro.