Makro España adquiere la filial portuguesa para ahorrar costes y lograr sinergias
Makro España ha adquirido por 253 millones de euros la filial portuguesa del grupo alemán Metro para constituir Makro Ibérica. El objetivo es reducir 'costes mediante el aprovechamiento de las sinergias'.
La multinacional alemana Metro, especializada en almacenes para mayoristas y que en España opera con la marca Makro, ha puesto en marcha una reordenación de sus filiales que ha afectado directamente a la compañía española. La idea es crear unidades de negocios regionales como la que se ha constituido para el mercado ibérico tras la compra de Makro Portugal por parte de Makro España. El objetivo 'del concepto de unidad de negocio es implantar y unir procedimientos y transmitir enfoques de las mejores prácticas, lograr un efecto de reducción de costes mediante el aprovechamiento de las sinergias existentes entre las unidades de cash & carry de los distintos países y capacitar a estas unidades, mediante una concentración de los procesos de toma de decisiones, para que respondan con mayor flexibilidad a los cambios que se produzcan en sus entornos de negocio habituales', según consta en el Informe de Gestión 2003 de Makro España.
La operación, que se cerró hace justo un año aunque no había trascendido hasta ahora, ha supuesto el pago de 253 millones de euros por parte de la filial española, según consta en las cuentas de 2003 depositadas en el Registro Mercantil. Además de este importe, la compañía abonó 9,6 millones en concepto de dividendo aprobado por Makro Portugal.
Para hacer frente a estos pagos, la filial española obtuvo a finales de diciembre de 2003 un préstamo de la matriz alemana de 259,3 millones de euros con vencimiento en 2008 y un tipo de interés anual aplicable del 5,25%.
Además, en las cuentas de Makro España se ha registrado en el inmovilizado financiero una provisión por depreciación de las acciones de la filial portuguesa por importe de 10,8 millones de euros, lo que ha tenido un impacto directo en el resultado de la sociedad española.
Makro España, que cuenta con unos 3.300 empleados, cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 11,37 millones de euros frente a los 15,65 millones del año anterior. Esta caída contrasta con el incremento del beneficio de explotación que alcanzó los 35,8 millones de euros en 2003 frente a los 24,5 millones del ejercicio precedente, según las cuentas anuales de la empresa.
En ese mismo documento se explica que ya en 2003 se 'dieron los primeros pasos para mejorar la integración de la entidad española y la portuguesa en un grupo ibérico, modificando la estructura social de Makro Portugal mediante la implantación de un consejo de administración'. Este órgano se encargará de 'aprobar las decisiones clave de Makro Portugal, con el fin de garantizar que concuerden con los objetivos de la unidad de negocios'. La designación o destitución de los miembros del consejo de dirección de Makro Portugal, así como la aprobación de las cuentas anuales de Makro Portugal, son también responsabilidad del consejo de administración.
Poder de compra
Fuentes de la compañía española aseguran que la adquisición de la filial portuguesa no afectará a los clientes ni a los empleados de ninguna de las sociedades. Y añaden que los tres objetivos claves de la operación son: lograr un mayor poder de compra que les permita obtener mejores precios así como facilitar el acceso a proveedores desconocidos por una de las sociedades; aprovechar las estructuras logísticas con el consiguiente ahorro de costes en los transportes, y, por último, beneficiarse de las ventajas que supone tener integrados los sistemas informáticos de ambas empresas.
Con el fin de explorar e identificar las posibles sinergias entre Makro España y Makro Portugal, se han creado dos grupos de trabajo formados por representantes de ambas entidades en las áreas de adquisición de productos alimentarios y no alimentarios. Ambos grupos empezaron a trabajar el año pasado y ya han desarrollado varias campañas de compra conjuntas en sectores como el de textil hogar, frutas y verduras.
Para 2004 estaba previsto fortalecer el concepto de unidad de negocio mediante la designación de un responsable que investigara nuevas sinergias y ampliara las ya existentes, aumentando el número de productos adquiridos por los grupos de compra conjunta (pescado, conservas, etc.). Sin embargo, hasta el momento no se ha designado a este responsable.
El mercado ibérico gana peso como unidad
La moneda única europea ha impulsado a muchas multinacionales a agrupar filiales por afinidad de mercados para lograr sinergias y ahorrar costes. El mercado ibérico es uno de los que más papeletas tienen a la hora de convertirse en una unidad de negocio como prueban las compras de las filiales portuguesas de Metro o Nestlé por parte de las divisiones españolas.Multinacionales como la sueca Ikea o la estadounidense Toys R Us ya cuentan con una estructura organizativa única que abarca España y Portugal. También hay otras que ya hace tiempo consideran a España y Portugal como un sólo mercado: Basf, BMW, Nissan, UAP, Dunlop, John Deere.