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Opa

Barceló busca socios para afrontar la deuda de 601 millones de Hammons

El grupo turístico Barceló busca socios para encarar la deuda del grupo estadounidense John Q. Hammons, cifrada en 601 millones de euros. Barceló lanzó una opa amistosa sobre el grupo hotelero hace tres semanas por 51 millones. Su objetivo es liderar una plataforma de inversión para hacerse con los 43 establecimientos que tiene Hammons y crear una sociedad en la que participe con una minoría.

El grupo mallorquín Barceló mantiene conversaciones con varios socios para afrontar la opa amistosa que lanzó recientemente sobre el grupo John Q. Hammons, a través de su filial Crestline Corporation, valorada en 51 millones de euros. Barceló no sólo tendrá que enfrentarse a este desembolso, sino que también deberá asumir su deuda que a finales de 2003 era de 601 millones de euros.

Hammons, afincada en Estados Unidos, con 43 establecimientos en propiedad, registró en 2003 unas pérdidas de 5,3 millones de euros y cerró el ejercicio con fondos negativos de 1,3 millones. Además de estos 43 establecimientos, Hammons gestiona otros 17 hoteles que son propiedad de su dueño, John Q. Hammons, aunque Barceló los excluye de su oferta.

Para llevar a cabo la opa, Barceló persigue liderar una plataforma de inversión con otros socios (podrían ser fondos internacionales) para compartir la financiación de la compra a fin de eludir grandes aportaciones de capital.

Si la opa prospera, Barceló fusionaría su filial Crestline con John Q. Hammons en una compañía gestora de hoteles denominada Barceló Hammons que explotaría un total de 105 establecimientos en Estados Unidos (60 de Hammons y 45 de Crestline). El fin último es jugar un importante papel en la gestión hotelera estadounidense, a través de esta sociedad en la que Barceló pretende participar sólo con una minoría de capital.

La operación tiene cierta similitud con otra que puso en marcha a principios de este año. Entonces, Barceló acudió al fondo inmobiliario también estadounidense Highland Hospitality con el fin de extender su negocio. Mediante el acuerdo, el fondo de inversión especializado en inversiones hoteleras se colocó como la propietaria de la mayoría de activos, mientras que Barceló firmó únicamente la gestión de los establecimientos a través de su filial Crestline. Highland invirtió en esta operación 486 millones, mientras que Barceló participó con el 5% del capital.

La opa sobre Hammons se encuentra ahora pendiente de revisión por parte del comité especial de directores independientes y de su valoración por consultores externos. Si las negociaciones con ese comité especial llegan a buen puerto, Barceló espera que la fusión pueda cerrarse en enero de 2005.

El crecimiento del grupo Hammons ha sido prácticamente nulo en los últimos dos años. Los atentados terroristas de 2001 atizaron un duro golpe a su actividad, afectando a su nivel de ingresos, un 2% menos en 2003, hasta 332 millones de euros.

El grupo estudia un plan de refinanciación de la deuda a fin de reducir sus números rojos en los próximos años.

La puja por Grubarges, en segundo plano

Tras la disolución de la alianza Grubarges, formada por FCC, BBVA y el propio grupo Barceló, este grupo turístico adquirió los cinco hoteles que la alianza tenía en España, por 100 millones de euros. Pero también se presentó en EE UU para pujar con su socio Highland por los otros 18 establecimientos que la alianza tiene en aquel país, valorados en 200 millones.Sin embargo, la opa sobre Hammons le ha hecho cambiar de planes, ya que los establecimientos de Grubarges requerirían mayor esfuerzo inversor que la operación que tiene prevista sobre el grupo estadounidense. 'æscaron;nicamente hemos presentado ofertas para adquirir dos establecimientos de los 18', señala su presidente Simón Pedro Barceló.Si la opa sobre Hammons prospera, duplicará su presencia en Estados Unidos, al aumentar su número de hoteles hasta 105, frente a los 45 de hoy.Los 60 establecimientos que explota Hammons operan bajo las marcas Embassy Suites, Holiday Inn o Marriott. Son establecimientos situados en centros neurálgicos de las ciudades. Su propietario y fundador, John Q. Hammons ostenta el 76% de la compañía y apoya la opa que ha lanzado Barceló sobre la totalidad de las acciones. Propietario, además de 17 establecimientos, podría participar en la empresa resultante de la fusión prevista con Crestline (Barceló Hammons), a través del intercambio de sus acciones por títulos de la nueva compañía.

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