La guerra en Irak se mantiene como prioridad número uno
Aunque la guerra de Irak y la manera de entender la lucha contra el terrorismo por parte de George Bush han provocado importantes tensiones entre Estados Unidos y algunos de sus aliados tradicionales en Europa, los analistas políticos coinciden estos seguirán siendo los ejes en la política exterior durante el segundo mandato del republicano.
Una importante mayoría de los ciudadanos estadounidenses considera que el país está 'en guerra' desde el momento en que se produjeron los atentados del 11 de septiembre de 2001. Y Bush ofrece una imagen de comandante en jefe mucho más sólida que su oponente John Kerry, a pesar de que éste último, a diferencia de Bush, sí prestó servicio en la Guerra de Vietnam.
El eje del mal
Lograda la reelección, Bush intentará encontrar una salida airosa de Irak (lo que los técnicos de la Administración estadounidense denominan la 'estabilización democrática' del país). Y puede que decida potenciar la lucha contra el terrorismo añadiendo nuevos nombres al que denomina como 'eje del mal'.
La invasión de Irak ha costado ya a las arcas públicas la nada despreciable cifra de 225.000 millones de dólares. Y esta cantidad seguirá aumentando de manera exponencial hasta que sea posible una salida ordenada del país.
Este condicionante económico y el temor a que el conflicto desemboque en una guerra civil sin visos de solución a largo plazo son vistos con preocupación por el equipo de George Bush. Pero la solución no se presenta fácil.
Recomponer las alianzas internacionales
La política exterior llevada a cabo por la Administración Bush durante el primer mandato ha supuesto claros acercamientos a países como México, China, India y Japón, a quien incluso forzó a llevar a cabo una modificación constitucional para justificar el envío su tropas a Irak. Mientras, las relaciones con la Unión Europea no han transcurrido siempre con la cordialidad de otros tiempos, con la única excepción de Tony Blair. Recomponer esta situación es, según algunos analistas, la asignatura que deberá abordar a partir de ahora. De nuevo, el conflicto entre Israel y Palestina ha vuelto a ser el gran olvidado de la campaña electoral. Republicanos y demócratas sólo se refirieron a él como 'el derecho de Israel a defenderse'.