El petróleo continúa a la baja y pierde el nivel de 47 dólares
Los precios del crudo que consume Estados Unidos cayeron ayer por debajo de los 50 dólares el barril por la toma de ganancias de los inversores, a la espera del resultado de las elecciones, extendiéndose así un retroceso que comenzó la semana pasada.
El crecimiento de los inventarios y de la producción de petróleo estadounidenses, las señales de una desaceleración en el crecimiento económico y la incertidumbre por el resultado de las elecciones desataron una toma de ganancias que llevó los precios a un 10% por debajo del récord registrado la semana pasada.
El crudo ligero estadounidense perdió 59 centavos hasta situarse a 49,54 dólares por barril, tras haber bajado 1,63 dólares el lunes, cuando los precios descendieron por debajo de los 50 dólares por primera vez en un mes.
Por su parte, el petróleo tipo Brent de Londres, de referencia en Europa, cedió 50 centavos, hasta marcar 46,55 dólares por barril, después de haber caído casi dos dólares el lunes.
Los pronósticos de un invierno más cálido de lo que es habitual en el este de Estados Unidos también alentaron la corriente vendedora, ya que ese fenómeno climático daría más tiempo a las refinerías para fortalecer sus inventarios de crudo para calefacción antes de que la demanda suba cuando llegue el frío intenso. Algunos analistas del sector dijeron que una victoria de Kerry podría significar petróleo más barato.
'Kerry es bajista en varios sentidos', dijo David Thurtell de Commonwealth Bank of Australia en Sidney. El líder demócrata es visto como más favorable a impulsar fuentes alternativas de uso de la energía, lo que restringiría la demanda del principal consumidor de petróleo del mundo.
Por otra parte, una serie de ataques contra oleoductos en Irak puso de manifiesto que la cadena de suministros, operando a toda máquina para satisfacer el mayor crecimiento de la demanda en una generación, tiene poco margen para lidiar con cortes en la producción. Tres importantes oleoductos del norte del país fueron blanco de sabotajes que provocaron la suspensión de las exportaciones a Turquía y del flujo a las refinerías.