Los gestores prefieren Europa
La renta variable de EE UU puede tener días felices a corto plazo, pero ofrece demasiados riesgos si prosigue el declive del dólarEn portada
No hay unanimidad entre los gestores españoles de fondos de inversión a la hora de valorar las expectativas de la renta variable de Estados Unidos de cara a los próximos meses. Pero en algo sí que están de acuerdo casi todos: en la necesidad de andar con cautela. Tras las elecciones presidenciales de la semana próxima, la mayor economía del mundo se enfrenta a algunos retos importantes.
Elena Eyries, directora de renta variable de Santander Gestión de Activos, es optimista sobre la renta variable americana 'porque entendemos que la celebración de las elecciones sin sorpresas desagradables debería permitir un repunte en los mercados, que en cierto modo se está anticipando algo'. A juicio de Eyries, una de las gestoras españolas con más dilatada experiencia en renta variable, en especial en mercados del otro lado del Atlántico, la actitud cautelosa de estos últimos meses estaba justificada, pero 'en la medida en que las elecciones se celebren con un resultado claro, la prima de riesgo debería disminuir, así como la del petróleo y, con ello, permitir un cierto repunte inicial en los mercados, que podría o no afirmarse después en función de los resultados'.
El escenario económico permite, sin embargo, algunos otros matices. 'Creemos que los datos macro y sobre todo el sesgo de la política exterior, por su trascendencia en la política presupuestaria norteamericana, van a tener mucha importancia', afirma Javier Muñoz, director de Inversiones de March Gestión. 'Nosotros apostamos más por la renta variable europea, ya que en el horizonte de tres a seis meses existe un mayor potencial en las Bolsas de este lado del Atlántico, razón por la que sobreponderamos ligeramente estos mercados frente a la renta variable de EE UU. Además, el dólar, con déficit elevado, puede seguir débil', señala. A juicio de Javier Muñoz, 'el escenario de la primera mitad de 2005 será complicado para las Bolsas en cualquier caso'.
Joan Bonet, gestor español de Credit Suisse Gestión, comparte estos puntos de vista. 'Vemos más potencial de crecimiento económico en Europa porque el ciclo lleva un retraso de unos seis meses y porque los beneficios empresariales están siendo más fuertes, lo que se puede traducir en una mejor evolución bursátil a plazo de unos meses. Puesto a poner en cifras las preferencias de inversión, Bonet le asigna una clara infraponderación a la renta variable norteamericana de cara a los seis próximos meses, apenas un 20% de la cartera total, cuando el mercado norteamericano tiene un peso del orden del 58% a nivel global. La apuesta europea es clara: entre un 60% y un 65% de la cartera, sin olvidar a Japón, al que le asigna un 10%.
Anna Maynus, gestora de renta variable de Sabadell NBanca Privada, cree que 'la Bolsa de Estados Unidos tiene una clara sobrevaloración y por ello vemos difícil que sea una Bolsa alcista en una perspectiva de seis meses de plazo. No sucede lo mismo en Europa, aunque cuesta imaginar una Bolsa europea en alza al margen de lo que suceda en Estados Unidos. En todo caso, hay que extremar la cautela con la renta variable y apostar por valores defensivos'. 'En el corto plazo puede pasar de todo', sentencia Maynus.
'Creemos que los resultados electorales no van a afectar en el medio plazo, entre otras cosas porque los programas económicos y lo que se supone que pueden hacer cualquiera de los dos candidatos no va a diferir en exceso', explica Rafael Hurtado, gestor de Eurovalor, del Banco Popular. 'A corto plazo vemos mejor a Europa por cuestiones de valoración, si hablamos de plazos a tres o seis meses. A largo plazo, no se puede estar ausente del mercado norteamericano, ya que cualquier cliente global debe estar en el mayor mercado del mundo'.
Xavier Auguets, de Caixa Catalunya Gestió, cree que 'una victoria de Kerry podría venir acompañada de un aumento de la volatilidad de los mercados, al menos en el corto plazo. Creemos que una victoria de Bush será buena para las Bolsas y mala para bonos y dólar, mientras una victoria de Kerry podría ser interpretada como una buena oportunidad para los bonos y para el dólar y no tanto para las Bolsas', explica.