Placeres entre vuelos
Para cualquier hombre de negocios que pasa buena parte de sus jornadas de trabajo de avión en avión, la mejor escala entre vuelo y vuelo es aquella que no existe, y el tiempo mejor aprovechado en un aeropuerto es el que le permite acceder directamente de su coche a la aeronave. Pero la realidad actual del transporte aéreo dista mucho de haber eliminado los tiempos muertos en las cada día más mastodónticas y conflictivas terminales aéreas.
Para hacer más placenteras y productivas las inevitables estancias en los aeropuertos de los pasajeros de clase business y primera o clientes especiales a causa de los retrasos o los tiempos de conexión, las grandes líneas aéreas, y las alianzas que han formado entre ellas, han creado en los últimos 50 años una red de salas VIP en todos los aeródromos del mundo que en el momento actual superan las mil.
La alianza One World, que agrupa a ocho aerolíneas entre las que se encuentran Iberia y British, y que vuela a 135 países y a 570 aeropuertos, pone a disposición de sus mejores clientes 330 salas VIP en los cinco continentes.
Lufthansa creó su primera instalación VIP en 1964 en el aeropuerto de Fráncfort. A día de hoy, los pasajeros de negocios de la compañía alemana y de sus 16 socios en Star Alliance pueden disfrutar de las 500 salas exclusivas en más de 600 aeropuertos. Por su parte, Air France cuenta con 54 salas en todo el mundo y 390 si se incluyen las de otras aerolíneas de la alianza SkyTeam.
Pero en estos años esas salas han aumentado su contenido y sentido, sin que por ello hayan perdido las idea que las inspiró: relax, comida y bebida a disposición de los mejores clientes. Ahora se han convertido en verdaderos centros de negocio. Air France, por ejemplo, señala que sus espacios VIP en algunos aeropuertos cuentan no sólo con bebidas, aperitivos, duchas (en algunas terminales) y servicio de planchado. Y es que también sus salas en el Charles de Gaulle de París disponen de 'teléfonos, fax, impresoras, ordenadores y conexión gratuita a Internet'. Y algo más. Esta aerolínea, asociada con la firma Clarins, propone a sus clientes 'un servicio gratuito de masajes'.
En la pugna que las aerolíneas mantienen para atraer y fidelizar a sus clientes e lujo, Lufthansa ofrece exposiciones de artistas de diferentes países en sus salas VIP de Fráncfort, Bonn, Colonia y Dubai.
También Iberia intenta no quedarse atrás en atenciones a sus pasajeros de primera. Por ejemplo, en Barajas éstos tienen a su disposición no únicamente la prensa extranjera o el clásico whisky y canapé. La nueva sala destinada a las clases primera y business cuentan además con duchas de hidromasajes, así como con ordenadores conectados a la red para continuar su trabajo o revisar su correo electrónico.