El empleo crece a buen ritmo pero se dispara la temporalidad
El empleo mantuvo su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre pero la calidad de los 190.400 puestos de trabajo creados empeoró notablemente: nueve de cada diez empleos generados en el tercer trimestre fueron temporales. No obstante, la ocupación creció un 2,5% anual y la tasa de paro cayó al 10,54%, mínimo desde 2001.
La economía creó 190.400 empleos el tercer trimestre del año, con lo que el total de ocupados llega a 17.240.000 personas, un nuevo récord de ocupación, según los datos de la Encuesta de Población Activa.
En este mismo periodo el colectivo de activos (personas en disposición de trabajar) creció en 129.100 y el número de parados descendió en 61.300, hasta registrar un total de 2.031.300 desempleados, lo que redujo la tasa de paro al 10,5% de la población activa, el nivel más bajo desde finales de 2001.
A estos datos trimestrales hay que unir el hecho de que en en los últimos doce meses se han creado en España 422.600 empleos, con lo que el ritmo de creación de empleo se mantiene en el 2,5%, porcentaje muy similar al registrado de media desde que a finales de 2002 la ocupación empezara a recuperarse.
No obstante, los datos desestacionalizados (corregidos de variaciones de calendario), que son un mejor reflejo de la tendencia del mercado, apuntan que en términos interanuales la cifra de creación de empleo en el año es muy similar (420.300) y por tanto avalan el mantenimiento del ritmo de creación de empleo. Pero el dato trimestral muestra que entre julio y septiembre se crearon 134.500 puestos, 55.900 menos que los datos sin corregir.
Sin embargo, el dato que más empaña las cifras conocidas ayer es, sin duda, el claro empeoramiento de la calidad del empleo creado. En el tercer trimestre, nueve de cada diez puestos de trabajo creados fueron temporales, con lo que la tasa general de temporalidad se elevó al 31,2%, niveles desconocidos desde finales de 2001.
Este repunte de la temporalidad no se explica completamente por la estacionalidad de la campaña de verano, ya que en el tercer trimestre de 2002 sólo dos de cada diez empleos generados fueron temporales, y en 2003 fueron cuatro de cada diez los puestos de trabajo eventuales en el tercer trimestre.
De ahí que la pérdida de la calidad pueda obedecer a otros factores como la incertidumbre de la economía internacional (la escalada de precios del petróleo y expectativa de subidas de tipos), que hace que los empresarios se decanten por la contratación temporal ante la inseguridad de lo que ocurrirá en próximos meses. Otra posibilidad es que, tras el anuncio en julio de abrir mesas de diálogo social que estudiarían nuevas bonificaciones al empleo fijo, las empresas hayan decido esperar al resultado de éstas negociaciones.
Disminuyeron los ocupados a tiempo parcial en 8.200 personas en el trimestre y también se redujeron en 20.600 los empleadores o empresarios sin asalariados. Otro colectivo que ha visto empeorado su presencia en el mercado laboral son los jóvenes entre 20 y 24 años, que experimentaron una reducción de empleo de 34.000 personas en el año. El 93% del empleo creado tanto en el trimestre como en el año fue en el sector servicios. En términos interanuales la industria volvió a destruir empleo (42.300 menos). La construcción se recupera al crecer al 4,1% en el año.
Resistencia a trabajar en otra ciudad
La situación de los hogares ha mejorado en el último trimestre, con una rebaja en la tasa de paro del cabeza de familia (6,05%) y de la pareja (11,67%), y con un incremento importante del número de hogares en los que todos los activos están ocupados (8,976 millones, 84.000 más que el segundo trimestre). Además, los hogares en los que todos los activos están parados se han reducido (17.000) y quedan en 487.300. La mejora de la situación en los hogares desincentiva la aceptación de empleo en determinadas condiciones. Así, el número de parados que estarían dispuestos a aceroptar un empleo si tuviesen que cambiar de residencia desciende al 19,4%.