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Automoción

Los todoterrenos conquistan el asfalto

Los todoterrenos son capaces de escalar los terrenos más escarpados y proseguir imparables el camino que va de un concesionario al garaje de su propietario. La venta de vehículos con tracción a las cuatro ruedas experimentó un crecimiento del 21,1% en los nueve primeros meses del año en España, un ritmo muy por encima del alza del 11,6% logrado por el mercado de turismos En Europa, el comportamiento es el mismo, si no mejor. El avance de estos vehículos ha sido firme en el último lustro en los cuatro mayores mercados de la Unión Europea a imagen y semejanza del pionero del segmento, EE UU.

Ni el incremento del precio de los carburantes, ni su mayor carga medioambiental, ni las críticas de los alcaldes de las principales ciudades, ni el mayor coste de estos vehículos -tanto en la compra como en el mantenimiento-, ni siquiera el aumento del desempleo y de la desconfianza de los consumidores en mercados como el alemán ha logrado debilitar su auge. Actualmente, 12 de cada 100 coches que se venden en el continente son lo que en EE UU se llama SUV (vehículo de utilidad deportiva en sus siglas en inglés), según Acea. El éxito de estos modelos ha impulsado a casi todas las marcas a entrar en el segmento. Así, si en 1985 había 35 modelos disponibles y las ventas sumaban 91.000 unidades, en 2003, la oferta llegó a 90, y las ventas superaron los 824.000 coches.

Los expertos aseguran que el éxito de los todo terrenos radica en el propio cambio de la configuración del mercado, 'algo que ya sucedió en EE UU hace años', según Francesc Andreu, jefe de departamento de comunicación de producto en Nissan. De una gama de modelos muy estrecha se ha pasado a otra con muchos subsegmentos como los monovolúmenes o los propios 4X4, vehículos de 'valor añadido', según el directivo. El éxito ha provocado que, incluso, se hayan creado subsegmentos dentro de la gama de todoterrenos, como el Rav4, un vehículo de menores dimensiones que creó muchos imitadores, según Juan Sagastizábal, brand manager de Toyota. La tendencia es que cada vez haya más variedades. De hecho, según José María Peñalver, director de Volkswagen, es precisamente el alza de la oferta el que ha producido su auge.

El crecimiento de los todo terreno, en buena medida, se produce a costa del segmento de lujo, que ha perdido un 14% de ventas en España este año y otro 4,75% en 2003. No obstante, las propias marcas premium han sabido subirse a la ola con el RX300 (Lexus) X5 (BMW) el Cayenne (Porsche) o el Touareg (VW). Una anticipación que les ha salido bien, al convertirse en éxitos en uno de los segmentos con más margen, según asegura Peñalver, ya que, si bien requiere costes de desarrollo mayores, rara vez se vende un 4X4 con descuentos y sin accesorios y son modelos más 'longevos'.

No obstante, algunos expertos se aventuran a fechar el fin del éxito. Las consultoras del sector R. L. Polk y J. D. Power prevén que la cuota de los todoterrenos llegue al 8% con 1,3 millones de unidades. Sin embargo, la consultora prevé que en 2008, las emisiones de CO2 (un 30% más que un turismo) y su consumo (un tercio más que un coche) paralicen las ventas y que el segmento decaiga hasta que desaparezca, 'tal y como lo conocemos', hacia 2010.

Lo importante es el tamaño

Apenas el 5% de los que se compran un todo terreno usan el vehículo para ir por el campo, según Automotive News. Aun así, la naturaleza y la capacidad de superar obstáculos sigue siendo el principal reclamo. Otro motivo para su adquisición es la capacidad de carga, aunque la mayor parte de expertos coinciden en que la clave se encuentra en la elevada posición de conducción, lo que hace que el conductor -sobre todo las mujeres- se sientan más seguros. Esa posición, y el status que da la posesión de un coche de este tamaño son los dos principales motivos para su compra.

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