_
_
_
_
Advertencia

Los auditores europeos alertan sobre el riesgo de la rotación obligatoria

Bruselas desea mejorar el control de las cuentas de las empresas exigiendo la rotación del equipo auditor cada cinco años o el cambio de auditora cada siete. La Federación europea de Expertos Contables advierte en un informe de que este cambio legislativo socavará la calidad de las auditorías y facilitará la ocultación de irregularidades.

Los recientes escándalos financieros a uno y otro lado del Atlántico han vuelto a poner de actualidad la labor de los auditores.

La Comisión Europea ha preparado una serie de respuestas legislativas para intentar evitar la repetición de fraudes contables como el de Parmalat. Entre ellas figura la revisión de la octava directiva sobre auditorías obligatorias.

Uno de los cambios más significativos que recoge ese proyecto de ley comunitaria abre la posibilidad de que los Estados miembros exijan la rotación de la compañía auditora y no sólo, como es el caso ahora en varios países, del equipo auditor.

La Federación europea de Expertos Contables (FEE, en sus siglas en inglés) ha pedido a la Comisión Europea que elimine en el proyecto de directiva esa opción, porque teme que los inconvenientes del cambio obligatorio de compañía auditora superen las garantías de calidad que se pretenden obtener.

'Una prolongada relación entre un auditor y su cliente puede crear una excesiva familiaridad que dañe la objetividad y la independencia', reconoce la Federación que agrupa a más de 500.000 contables de toda Europa. 'Pero al mismo tiempo una auditoría de calidad requiere un profundo conocimiento de la empresa, y eso no puede adquirir en poco tiempo'.

La Federación acaba de concluir un inventario de los informes que, desde ámbitos gubernamentales o académicos, se han realizado en los últimos años sobre la ventajas y desventajas de la rotación de los auditores. 'La inmensa mayoría apunta que el cambio obligatorio de auditora supone una amenaza para la calidad del control de cuentas', afirma la Federación.

Los contables aseguran que el cambio frecuente de compañía auditora no sólo mermaría la calidad del control, sino que 'reduciría la posibilidad de que se descubran las tramas de los directivos sin escrúpulos que deliberadamente engañan al auditor.

El estudio analiza también la legislación de varios países (España, EE UU, Reino Unido, Francia e Italia, entre otros) y descubre una tendencia dominante a fortalecer la credibilidad de las auditorías sin recurrir a la rotación. Ni siquiera EE UU ha impuesto esa obligación tras la serie de escándalos (Enron, WorldCom, Tyco) que llevaron en 2002 a la exigente ley Sarbanes Oxley. Esa norma pone el énfasis, en cambio, en garantizar la independencia de los auditores y la calidad de su trabajo.

España

La legislación española impuso en 1988 a las empresas el cambio obligatorio de auditora cada nueve año. En 1995 se suavizó esta obligación y la nueva Ley Financiera sólo prevé la rotación, cada siete años, del equipo auditor, pero sin cambiar de firma.

Archivado En

_
_