Trichet no ve presiones inflacionistas a pesar del elevado precio del petróleo
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, ha afirmado que la información disponible no indica "presiones inflacionistas subyacentes" en la zona euro y la inflación anual seguirá en el 2%, si el incremento de los salarios se mantiene moderado como en el segundo semestre de 2003 y siempre que no haya choques significativos en los precios del petróleo.
No obstante, Trichet opinó en una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo que se han visto tendencias al alza en los precios que requieren una vigilancia permanente, tales como los precios del crudo, los efectos rebote por el alza de los salarios o la formación de precios y las expectativas sobre la inflación. En cualquier caso, "los tipos de interés históricamente bajos siguen alentando el crecimiento", consideró.
Trichet apuntó que "hay algunas incertidumbres y riesgos" que se deben al precio del petróleo, el cual "si sigue alto o más alto puede perjudicar la recuperación", y ello a pesar de que la intensidad de la dependencia del petróleo de la Unión Europea es menor ahora que en los años setenta.
En este sentido, apuntó que la diferencia primordial respecto a aquellas crisis es que el precio actual se debe en parte a la demanda mundial. "Pero el precio del petróleo sigue suponiendo un choque para la economía y los errores del pasado no deben reproducirse", indicó.
Política presuptestaria
En cambio, desde el punto de vista de la política presupuestaria el presidente del BCE se mostró pesimista, puesto que los datos (el déficit ha pasado del 2,4% al 2,7%) han sido "decepcionantes". Además, "no se espera mejora, si no que aumente el deterioro", manifestó. A este respecto, Trichet insistió en su opinión respecto a la necesidad de mejorar algunos aspectos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero subrayó que no son precisas reformas del Tratado.
Durante su discurso el presidente rechazó además un punto concreto de la Resolución preparada por el Parlamento Europeo respecto al trabajo del BCE en el último año que hace referencia a la necesidad de que se publiquen los informes del Consejo de gobierno del Banco. A juicio de Trichet, ello crearía un debate adverso para la credibilidad de la economía europea y subrayó que el BCE es uno de los más transparentes del mundo debido a su intenso trabajo con los medios de comunicación.