Adictos sin sustancia
Aunque parece increíble hay personas que arruinan su vida y la de su familia por culpa de Internet, el ejercicio físico, el sexo, el trabajo, la comida o las tiendas. Hábitos y comportamientos aparentemente inofensivos, incluso saludables, de los que si se abusa pueden acabar complicando la existencia, al igual que la complican sustancias como las drogas o el alcohol. Son adicciones sin sustancia que, aunque no provocan el mismo deterioro físico que las químicas, llegan a producir síntomas parecidos a quienes las padecen: pérdida de control, ansiedad y síndrome de abstinencia.
Aunque no están incluidas como patologías mentales en el manual de diagnóstico de los psiquiatras y no hay estudios suficientes para determinar si se trata o no de auténticas dependencias, los profesionales constatan que el porcentaje de pacientes que consulta por este tipo de problemas es creciente.
'La mayor parte de las consultas las solicitan miembros de la familia de quien padece el trastorno. æpermil;ste tiende a minimizar el problema y se aísla', asegura Lourdes Estévez, psiquiatra del Doce de Octubre, de Madrid. En opinión de esta doctora, autora junto a los doctores Carmen Bayón y Alberto Fernández Liria de una investigación sobre la adicción a Internet, 'no existe base científica suficiente para hablar de adicciones, preferimos hablar de uso problemático'.
Hay gente de naturaleza más vulnerable a todo tipo de adicciones
Pero en lo que parece que avanzan las últimas líneas de investigación es en la relación entre las adicciones, sea a sustancias o a comportamientos, y la salud mental. 'No todo el mundo es vulnerable. Hay una vulnerabilidad especial con cierta base neurobiológica. Igual que no todo el mundo se engancha a la heroína, no todo el mundo se engancha a la red, al sexo o al ejercicio físico', asegura Lourdes Estévez.
Además, según explica la doctora y se recoge en artículos especializados, 'es habitual que las adicciones se solapen'. Así, 'no es extraño encontrar a personas adictas al trabajo, al ejercicio físico y a la cocaína' o 'personas que abusan de los medicamentos, sufren trastornos de bulimia y de compras compulsivas'. 'Son individuos con trastornos de personalidad que enganchan muy bien con todo tipo de adicciones, con o sin sustancia', señala la psiquiatra.
En principio, lo que define un comportamiento adictivo es un uso compulsivo que absorbe grandes cantidades de energía física y psíquica por parte del individuo adicto, incapaz de controlar el consumo o romper el vínculo con el objeto de su dependencia, a pesar de las consecuencias negativas que de él se derivan. Pero las cifras y los datos de estos trastornos no son nada precisos y varían según los autores y fuentes consultadas. Constituyen aún, por tanto, un asunto abierto que requiere de una delimitación psicopatológica, según los expertos.
Un estudio sobre la adicción al sexo publicado en la prestigiosa revista American Journal Psychiatry utiliza hasta cinco conceptos para referirse al problema que padecen las personas que pierden el control respecto a su comportamiento sexual y necesitan mantener relaciones, acudir a la pornografía o masturbarse con una frecuencia más allá de lo normal. Desorden de hipersexualidad, donjuanismo, ninfomanía, sexualidad compulsiva, sexualidad impulsiva... Tampoco hay un diagnóstico preciso para quienes se enganchan a la Red, a los chats, a las páginas pornográficas o a los juegos. En un artículo publicado en la citada revista se subraya que 'las comunicaciones modernas, especialmente Internet, constituyen un nuevo vehículo de expresión de diferentes patologías mentales, incluidos desórdenes sexuales'. De hecho, hay que insistir en que aunque se trata de un canal inofensivo en sí mismo, los contenidos que ofrece pueden ser adictivos.
En la actualidad, la ludopatía (adicción al juego), es la única adicción sin sustancia considerada patología mental por la Organización Mundial de la Salud, dentro de los trastornos del control de impulsos. Pero 'la exposición a una oferta cada vez más amplia hace que surjan nuevos fenómenos como la adicción a los gimnasios, a las dietas, al móvil, etc.', señala Nestor Szerman, psiquiatra y socio fundador de la Asociación para la Investigación en Patología Dual.
El Perfil Solitarios, distantes y fríos
Lo estudios realizados con personas que padecen este tipo de comportamientos adictivos indican que el problema tiene que ver con la personalidad del individuo. No todo el mundo es vulnerable.También hay, no obstante, determinados factores de riesgo, como la falta de relaciones sociales y objetivos en la vida, la timidez, la soledad, la falta de autoestima o la escasa habilidad para relacionarse.La investigación elaborada por la doctora Lourdes Estévez señala que los individuos más vulnerables suelen ser 'solitarios, distantes, fríos y con dificultades para establecer vínculos'.Los individuos que padecen trastornos concretos, como la adicción al sexo, suelen ser impulsivos y siempre buscan la novedad. Los estímulos normales nunca son suficientes.Los adictos a la red suelen ser poco afectivos, inmaduros y con escasa adaptación personal. Prefieren relaciones virtuales a relaciones reales.