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Petroleo

Carceller sienta a Disa junto a las grandes petroleras

Demetrio Carceller III forma parte de una saga familiar cuyos orígenes empresariales se remontan a los años 30, cuando el monopolio del petróleo reinaba en la península y dejaba libre a las islas. Sin embargo, este joven empresario, con algo más de 40 años, tenía una sólida formación en gestión y administración de empresas.

Hasta ahora, los poderes de Carceller se limitaban a los de su petrolera canaria Distribuidora Industrial S. A. (Disa), cabecera de un amplio grupo, Disa Corporación de Productos Petrolíferos, que está integrado por una docena de empresas y que, directa e indirectamente, participa en otras 11 compañías de sectores varios, especialmente el turístico. Aunque el negocio del grupo canario sigue centrado en la distribución y logística de hidrocarburos -no en vano, de los 574 millones de euros facturados el año pasado por Disa, 300 millones correspondieron a este negocio-, el mercado de las islas le quedó hace tiempo pequeño. Y más para las ambiciones 'de un hombre inmensamente adinerado', según le describen fuentes del sector, por lo que no ha dejado de hacer incursiones inversoras en la península. A ello le ha ayudado el fuerte saneamiento del grupo, con unos fondos propios de 405 millones.

En su día, la familia tuvo una participación en Hidrocantábrico, que vendió tras la opa de la alemana RWE; es la principal accionista del grupo cervecero Damm (8,61%) y alcanzó al cierre de 2003 un 3,5% de Sacyr Vallehermoso tras comprar el año pasado acciones de la constructora por valor de 45,9 millones de euros. Fuentes cercanas al grupo aseguran que, pese a la diversidad de sus participaciones, sólo la de Damm es estratégica.

Pero el gran salto hacia adelante lo dio el pasado mes de septiembre cuando se adjudicó la red de gasolineras de Shell en España (en total 338, de las cuales, 70 están en el archipiélago) por la que pujaban también una decena de multinacionales energéticas, entre ellas, la portuguesa Galp y Cepsa, compañía con la que Disa mantiene una histórica alianza por la que le distribuye los lubricantes en Canarias y abandera sus gasolineras y en la que Carceller es consejero.

Con total discreción (fue asesorado en la operación por la firma Nmás1) y la ventaja que le daba el que nunca figuró en la lista de favoritas, tal como ocurrió con las citadas petroleras, y su mayor flexibilidad para tomar decisiones por ser más pequeña que aquéllas, Disa hizo la más fuerte de sus apuestas. 'El equipo trabajó duro durante todo el verano', señalan fuentes que participaron en el proceso, quienes añaden que no fue tanto una cuestión de precio (más de 450 millones de euros que financiará un grupo de bancos) sino de ciertas condiciones que sólo Disa podía aceptar, como es el mantenimiento de la marca Shell durante cinco años, que permitirá a la multinacional angloholandesa 'una salida suave' de España.

Ante la sorpresa de la adjudicación, en Disa recuerdan que las relaciones con Shell y con otras petroleras extranjeras ubicadas en el archipiélago vienen de lejos. De hecho, Disa comparte desde los años 50 con la multinacional la sociedad Almacenamientos Petrolíferos Dishell, a la que prestó servicios en 2003 por 173.215 euros y los recibió por 1,7 millones.

Mientras espera una respuesta de Competencia y se resuelva 'la delicada situación legal' que se ha producido en el consejo de Cepsa, Disa 'se ha convertido ya en un jugador al que hay que tener en cuenta', según fuentes del sector, al convertirse de un solo golpe en la cuarta petrolera española. Sus cuentas cambiarán radicalmente el próximo año cuando sume el negocio de Shell. En 2003, facturó 475 millones, un 19% más que el año anterior y obtuvo un beneficio de explotación de 35,5 millones.

En el medio de opas y fusiones

Además de la opa de RWE sobre Cantábrico, a la que acudió Demetrio Carceller, el empresario canario se ha visto envuelto en otra oferta hostil relevante: la que lanzó el SCH sobre Cepsa, y a la que la familia decidió no ir. Además, Carceller tomó una posición en Vallehermoso (3,5%), antes de su fusión con Sacyr, entre junio de 2002 y junio de 2003, que le permitiría incorporarse al núcleo estable del grupo resultante.

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