'Acceder a un microcrédito es como entrar en un club'
Sencillo, directo y comprometido. Nació en Bangladesh en 1940 y se doctoró en Economía en EE UU. En 1986 fundó el Grameen Bank y la teoría de los microcréditos. Ayer fue investido 'doctor honoris causa' por la Universidad Complutense de Madrid.
Hacer accesible el crédito a los excluidos de los mercados financieros, un inmenso mercado potencial. Este es el objetivo de Muhammad Yunus, el fundador de los microcréditos y director del Grameen Bank, 'el banco de los pobres'. Su modelo poco tiene que ver con el tradicional pero proclama que se puede ganar dinero apostando por la vertiente social. Desde su fundación ha prestado 4.400 millones de dólares a cerca de 3,7 millones de personas, sin garantías o avales y este año pretende ganar 20 millones de dólares.
Su modelo, que ha beneficiado a casi 70 millones de personas, se estudia como llave de entrada a mercados como el latinoamericano y cada vez son más los bancos tradicionales que apuestan por este tipo de crédito. Su éxito: una morosidad del 1,11%. Ayer, fue investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid en un acto presidido por la Reina Sofía.
Pregunta ¿Cuál es la clave de la rentabilidad de los microcréditos?
Respuesta Por una parte hay un rentabilidad social: sacamos a la gente de la pobreza a través de actividades productivas excedentarias.. Prestamos al tipo de interés de mercado y casi no hay morosidad. Es rentable desde el punto de vista del coste.
P ¿Cómo se selecciona a los clientes?
R Los créditos -con una cuantía media de 200 dólares- se dan a personas extremadamente pobres, que en el 96% de los casos son mujeres. Es necesario crear un grupo de cinco para acceder al crédito para que validen la actividad generadora de ingresos a la que va destinado el dinero. Cuando la gente viene al banco, vienen a unirse a un club que le cambiará la vida.
P ¿Y cómo se garantiza la devolución?
R La presión social funciona durante un tiempo. Pero lo que perdura es la confianza, el apoyo del grupo y la motivación que se genera. Para muchos, el crédito es la única oportunidad que tendrán para salir de la pobreza.
P ¿Por qué la banca tradicional no ha desarrollado los microcréditos?
R Aún recelan de que se pueda ganar dinero. Su objetivo es maximizar el beneficio y no están socialmente orientados. Aunque estoy impresionado con el modelo de las cajas de ahorros españolas.
P ¿Qué cambios debería implementar un banco tradicional para desarrollar los microcréditos?
R Hay que cambiar los procedimientos. Se necesitan nuevos métodos y que las entidades empiecen a pensar de forma distinta. Para trasladar la estructura hay que tener en cuenta a cuanta gente puedes acceder y que retorno obtienes de tu inversión. Pero, por ejemplo, en el Grameen Bank, pagamos los mismos sueldos que en cualquier otro banco comercial.
P Pero la concesión de microcréditos requiere un seguimiento exhaustivo y detallado de cada caso. Esto puede no ser eficiente en muchos casos.
R Grameen Bank tiene cerca de 12.000 empleados y eso no significa que no sea rentable desde el punto de vista del coste.
P ¿Se puede invertir en el Grameen Bank?
R No se pueden comprar acciones, ya que los dueños son los titulares de los créditos, pero se puede invertir mediante depósitos a tipos de interés entre el 8,5% y el 12%. Es una buena forma de invertir en desarrollo.
P ¿Qué cambios ha experimentado el banco desde que se fundó?
R El cambio es espectacular. Ya hay nuevas generaciones con una educación, los depósitos crecen y en la actualidad se sitúan en los 300 millones de dólares, y se ha fomentado el ahorro. Hemos desarrollado nuevos productos, desde planes de pensiones, seguros, ayudas para la educación. Son los clientes del futuro para el banco.
P ¿Se enmarcan los microcréditos en la responsabilidad social?
R Mientras que la responsabilidad social trata de evitar conductas negativas, nosotros hablamos de acciones realmente positivas. Queremos reducir la pobreza.
Un modelo exportable a Latinoamérica
Los microcréditos pueden romper el círculo vicioso de la pobreza, señala Yunnus. Y el modelo no sirve exclusivamente en Bangladesh, sino que es exportable y ya ha sido exportado a otros países en desarrollo. En concreto, el director del Grameen Bank, presentó ayer la Fundación Latino Grameen cuya principal meta es desarrollarse como réplica del banco en el ámbito de los países de habla hispana.'Los Gobiernos latinoamericanos están especialmente interesados en el funcionamiento de este tipo de créditos', señala Yunnus. Las condiciones de este continente con más de 400 millones de personas y bolsas de pobreza similares a las de los países asiáticos hacen propicio el desarrollo de los microcréditos. 'El desarrollo de los microcréditos complementa el desarrollo finaciero de un país', dice. Y se alinea con el objetivo de la ONU de reducir la pobreza a la mitad en el año 2015.