Negro y cristal en la mirada
La relación del creador de gafas francés Alain Mikli con el acetato nació en 1978. Desde entonces, la innovación tecnológica y el diseño han sido una constante en todas sus creaciones. Ahora, como no podía ser menos, sorprende con unas monturas que mezclan el acetato negro y transparente para personalizar la mirada. No hay ni una sola montura igual a otra.
La nueva colección, llamada Pact, se presentó ayer en la Galería Versátile de Madrid. La opinión era unánime, son gafas que apetecen y favorecen. Si sobre la mano parecen atrevidas, una vez puestas la cosa cambia y se amoldan al estilo de cada uno. No tienen edad y son tanto para la calle como para el despacho.
En la gama de sol, las hay grandes al estilo Jackie O., pero también rectas y ajustadas al óvalo de la cara. En la línea de gafas graduadas, las monturas son tanto para hombre como para mujer. Siguiendo el lema de la casa, son gafas tanto para ver como para ser visto.
Pero al margen de las formas, lo que hace especial a esta colección es la mezcla de acetatos. Así, sobre una tez morena, el transparente muta en tonos arena y según la luz solar o la iluminación de la sala en la que esté cambian las tonalidades. Espiga, damero, quimera y dibujos que recuerdan a la piel de serpiente son algunos de los efectos que dan las monturas bicolor.
Para esta colección se han empleado 19.000 toneladas de acetato de celulosa. Con este material se hacen unas planchas y siguiendo una técnica que recuerda al hueco vaciado, se horadan las planchas que luego se unen. De ahí han salido los 190.000 pares diferentes los unos de otros.
El precio de cada gafa es de 360 euros aproximadamente. De momento, en España Alain Mikli no tiene tienda, pero sus creaciones se pueden encontrar en ópticas de toda España. Por ejemplo, en Barcelona en âptica del Bulevard (Paseo de Gracia, 53 y en Pedralbes Centre) y en Madrid en âptica Barrañano (José Abascal, 29). Recientemente, las gafas de Alain Mikli han pasado por las pasarelas de la moda de la mano de Yssey Miyake en Milán y de Jorge Vázquez en Pasarela Cibeles de Madrid.