Bruselas cierra un acuerdo con Coca Cola para acabar con sus prácticas monopolísticas
La Comisión Europea ha alcanzado un acuerdo con Coca-Cola y sus tres principales embotelladoras por el que la empresa se compromete a modificar sus prácticas comerciales en Europa, especialmente con la eliminación de la exigencia de exclusividad a sus distribuidores, a cambio de evitar una multa por abuso de posición dominante similar a la que se le impuso al gigante informático Microsoft.
El comisario de Competencia, Mario Monti, ha expresado su "satisfacción" por el acuerdo, y ha señalado que permitirá poner fin a la investigación que el Ejecutivo comunitario ha realizado durante 5 años por las quejas de las compañías rivales. También resuelve los procesos abiertos contra Coca-Cola por las autoridades de la competencia de algunos Estados miembros, como España, que quedaron en suspenso cuando la Comisión asumió el caso.
En opinión del comisario, los compromisos asumidos por Coca-Cola permitirán intensificar la competencia en el mercado europeo de bebidas refrescantes gaseosas y ampliarán la capacidad de elección de los consumidores. "Los consumidores podrán elegir de acuerdo con el precio y con sus preferencias personales¢, ha señalado, ¢en lugar de tener que optar por un producto Coca-Cola porque es el único que se ofrece".
Monti ha destacado que este acuerdo es el segundo ejemplo de la nueva filosofía introducida por el reglamento antitrust que entró en vigor el pasado uno de mayo. "No se trata tanto de buscar una infracción, sino de dar una orientación sobre el futuro. Se trata de un instrumento para lograr compromisos, y una empresa estaría mucho menos dispuesta a asumirlos si vienen acompañados de multas", ha explicado.
El acuerdo se publicará ahora en el Diario Oficial de la UE para recibir los comentarios de las partes afectadas. El Ejecutivo comunitario examinará todas las opiniones y después tomará una decisión final, que será vinculante para Coca-Cola. Monti no ha querido pronunciarse sobre la posibilidad de que Pepsi, el principal promotor de este caso, considere insuficientes las concesiones de Coca-Cola.
Desde el 1 de enero de 2006, todos los acuerdos comerciales de Coca-Cola deberán ajustarse a los términos del compromiso cerrado con Bruselas, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2010. Se aplicará a todos los Estados miembros de la UE, más Noruega e Islandia, siempre que la cuota de mercado de Coca-Cola exceda el 40% de las ventas de bebidas carbónicas y si su posición es más de dos veces más fuerte que la de su competidor más cercano.
Cláusulas de exclusividad
Los compromisos de Coca-Cola le fueron presentados hoy oficialmente a Monti en Bruselas por el presidente de la compañía, Neville Isdell. El más destacado es la supresión de la cláusula de exclusividad, que permitirá que los clientes de Coca-Cola sean libres en todo momento de comprar y vender las bebidas gaseosas del suministrador que elijan.
La compañía tampoco podrá ofrecer descuentos que recompensen a sus clientes por el hecho de haber logrado un determinado objetivo de ventas, o por seguir comprando la misma cantidad de productos Coca-Cola que en el pasado.