Un nuevo escenario para los fondos de inversión
Los textos legales que regulan el sector financiero tienen el dudoso honor de combinar el farragoso lenguaje jurídico con la abstracta complejidad de las finanzas. En la mayor parte de los casos, además, son normas que en nada afectan al ciudadano de a pie.
Los textos legales que regulan el sector financiero tienen el dudoso honor de combinar el farragoso lenguaje jurídico con la abstracta complejidad de las finanzas. En la mayor parte de los casos, además, son normas que en nada afectan al ciudadano de a pie. No es el caso del reglamento de fondos de inversión que, complejo como pocos, abre al pequeño inversor un nuevo abanico de opciones de ahorro, al tiempo que establece criterios de protección como los límites a las comisiones y transparencia en beneficio del partícipe. Además de ser la norma que adecua el sector tanto a las exigencias de Bruselas como de la industria.
En términos de protección, Economía ha optado por la transparencia bien entendida. Por ejemplo, se simplifica la información oficial sobre fondos de inversión, que a partir de ahora será más accesible a través de la existencia de folletos simplificados. De igual modo, se admiten los fondos de inversión por compartimentos. Así, una gestora podrá crear distintos segmentos en los fondos con distintas políticas de inversión, lo que facilita el lanzamiento de nuevos productos y simplifica la información al inversor.
Paralelamente, se establecen comisiones máximas de gestión, que serán en general del 2,25% sobre el patrimonio total. Una cantidad que ya
rondan, hoy por hoy, algunos productos de inversión colectiva. Las comisiones para los fondos monetarios se rebajan hasta alcanzar un máximo el 1%. Adicionalmente, se establecen límites para los fondos que cobran total o parcialmente en función de la rentabilidad. Otro aspecto que contribuye en gran medida a una industria de fondosmás moderna y accesible es la introducción de los fondos cotizados, también denominados por sus siglas en inglés ETF. Estos productos se limitan a replicar la composición de un índice de Bolsa para replicar, también, su rentabilidad. Son productos que se pueden, además, comprar vender en la Bolsa, lo que los hace muy transparentes. Si el Ibex sube el 5%, el ETF del Ibex también lo hace.
Por otra parte, y además de abrir al inversor particular fondos de hedge funds estableciendo criterios para diversificar riesgos y evitar la inversión en paraísos fiscales, el reglamento amplía el abanico de opciones de inversión al incluir los derivados incluso los no negociados en mercados organizados, los depósitos bancarios y otros fondos aunque no sea específicamente un fondo de fondos. La industria financiera, tras casi un año de espera, ya podrá lanzar al mercado una nueva gama de
productos.