_
_
_
_
José María Gassó

¢Los auditores aún nos sentimos en libertad vigilada¢

Está convencido de que la sociedad empieza a recuperar la confianza en los auditores, aunque la supervisión a la que están sometidos, que considera excesiva, hace que aún se sientan en libertad vigilada. Asegura que tanto las pequeñas como las grandes firmas tienen que luchar por recuperar la confianza del mercado

José María Gassó es presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas, una institución que cuenta con el 87% de la facturación del sector, con más de 600 compañías y más de 5.500 auditores. Ocupa su cargo desde hace seis años, ¢de un total de ocho que los estatutos permiten porque hemos de dar paso a personas distintas. Hay que renovarse¢. Tiene 60 años y dice con orgullo que, además de

auditor, es perito mercantil, profesor mercantil y doctor en ciencias económicas. ¢He sido profesor de la Universidad desde hace 30 años¢, proclama. Gassó comenzó trabajando para otros, pero en 1972 creó su propia firma de auditoría.

PREGUNTA. ¿Cuálha sido la evolución de la profesión de auditor durante los años en los que usted ha estado al

frente de los censores jurados de cuentas?

RESPUESTA. Ha habido una evolución muy significativa en todos los conceptos. Se han producido cambios en la profesión y en las estructuras empresariales, que se han ido dimensionando demanera distinta. Antes, en las firmas de auditoría había menos trabajo.

P.¿Se ha profesionalizado la labor del auditor?

R. Sí, muchísimo. Hay que tener en cuenta que sólo desde el año 2000 al 2003 las auditorías han pasado de 39.400 a 49.500. Y en 1988, que es cuando salió la Ley de Auditoría, estaríamos en torno a las 20.000. Todo este

cambio ha implicado unas necesidades de formación y de equipos muy importante.

P. La profesión ha crecido, pero también se ha visto envuelta en muchos escándalos. ¿Han llegado a perjudicar la imagen de los auditores?

R. La percepción de lo que ha pasado es diferente a la realidad. Parecía ser que la gente no tenía confianza en

nosotros, pero como le he dicho, el número de auditorías ha crecido. Parecía ser que la gente no tenía confianza en nosotros, pero el volumen de salvedades se ha reducido extraordinariamente. Parecía que la gente no tenía confianza en nosotros, pero el Parlamento ha votado bastantes leyes en las cuales nosotros tenemos más intervención. Desde las subvenciones a la Ley Concursal o

el buen gobierno. Cada vez nos van enganchando para que hagamos más cosas, así que estoy convencido de que nosotros nunca hemos fallado. Creemos en nuestro trabajo y ahora lo que estamos haciendo es como lo de la mujer del César, demostrar permanentemente que estamos haciendo las cosas bien.

P.Pero sí se han producidoescándalos en los que estaban envueltos los auditores...

R. Importados. Todos importados.

P. ¿Todos?

R. Bueno, la verdad es que habría mucho que discutir ahí. No se puede decir que la profesión española haya tenido grandes problemas durante su etapa de consolidación. Hemos trabajado bien y hemos hecho las cosas lo mejor que sabíamos.

P. ¿Cuál va a ser la evolución de la auditoría?

R. Yo tengo mucha esperanza porque estamos con Europa, con la octava directiva. Y el tema de la armonización contable significa que Europa es nuestro anclaje. Soy optimista porque creo que en este país tendremos que adaptar losmensajes que vengan de Europa, nos tendremos que alinear con los países que son nuestra referencia y normalizar el intervencionismo que tenemos en

estos momentos o la situación de libertad vigilada en la que nos sentimos.

P. ¿Creen que es una vigilancia injusta? ¿O siempre

hay casos que justifican la supervisión estrecha de la profesión?

R. Es una vigilancia injusta. Lo que pasa es que en todas las profesiones cuecen habas y puede pasar cualquier cosa. Pero el mundo de la auditoría ha trabajado muy bien y podemos estar orgullosos. Quizá los hechos nos han impactadomás precisamente por eso, porque estábamos

muy satisfechos. De todas formas, si no conseguimos que los verdaderos actores que son los que hacen las cuentas en las empresas se ajusten a la ley y sigan las cosas al pie de la letra no habremos conseguido gran cosa.

P. ¿La ola de buen gobierno y transparencia les está beneficiando o perjudicando?

R. Lo que hay es, sobre todo, una gran predisposición a hacer las cosas bien. Y con el tema de las comisiones y demás nos estamos adaptando. A nosotros el buen gobierno nos ayuda muchísimo y es un paso adelante. Es muy importante.

P. ¿Cómo va a afectar a la profesión el cambio de las normas contables internacionales?

R. Estamos en el momento de la revolución financiera. Es un momento muy interesante para la profesión y hemos de liderar este cambio. Y pese a que hay normas que no están aprobadas, es un paso importante que hay que ampliar a las pequeñas y medianas empresas cuanto

antes, aunque sea con sistemas simplificados, porque lo que tenemos que hacer es tener un lenguaje común en toda Europa y en el mundo.

Supervisión: ¢Queremos trabajar con el ICAC¢

¿Cree que las firmas auditoras españolas son demasiado pequeñas para un mercado cada vez más globalizado en el que tienen que competir con las cuatro grandes?No cabe duda de que la globalización obliga a un redimensionamiento. Desde el Instituto hemos apoyado este tema. Hemos enviado una circular ofreciendo ayuda jurídica para facilitar las uniones entre empresas. Eso lo apoyamos. E incluso durante el Congreso que hemos celebradohace unos días en Sitges (del 6 al 8 de octubre) se ha lanzado un mensaje positivo en este sentido. Es necesario tener estructuras empresariales más completas. Aunque el mercado está pidiendo de todo, no sólo grandes compañías.¿Cómo se pueden redimensionar las empresas?Una de las peticiones que hemos hecho sistemáticamente en la Ley de Auditoría es que se permitiese que los socios de una firma pudiesen ser no sólo personas individuales, sino también otra firma. Esa era una posibilidad de empezar más tímidamente los contactos y participaciones en esas compañías. Pero no tuvimos la suerte de que prosperase. Nuestra idea era favorecer todas las posibilidades paraefectuar unidades superiores.¿Qué le piden al nuevo presidente del ICAC?Que podamos hablar y trabajar para avanzar juntos. La profesión necesita reconocimiento y apoyo. Hay cosas de la Ley Financiera con las que no estamos conformes, porque no se nos ha consultado. Hemos dicho más de una vez quenos sentimos como en libertad vigilada. Lo que queremos es tener lo mismo que el resto de la profesión en la UE y hacer conjuntamente con el ICAC nuestra hoja de ruta. Pretendemos tener un supervisor en Europa y otro en España, pero que sea independiente, que no pertenezca a la Administracióny que nos dé credibilidad. Queremos ser una profesión normal, como la de los médicos o los abogados quecuando tienen un problema primero actúa su colegio profesional y después los tribunales. Nosotros no queremosnada más. Sólo pedimos normalidad.

Archivado En

_
_