El lujo francés se resiste a fabricar fuera de Europa

La industria del lujo se apresta a salir de la crisis en la que se ha visto sumida desde 2001 sin renunciar a la fabricación de sus productos en suelo francés y sin entrar en la dinámica general de deslocalización industrial. De hecho, en los últimos cinco años, se han abierto 19 fábricas en Francia.

'Europa debe concentrarse en los productos de alto valor añadido y en el saber hacer; por ello la industria del lujo seguirá concentrando la mayor parte de su producción en Francia y, en menor medida, en Italia y España', comenta Elisabeth Ponsolle, delegada general del Comité Colbert que agrupa a 67 empresas francesas entre las que se encuentran Chanel, Dior, Hermès, Givenchy, Lacoste, YSL, Guerlain y Lênotre. El Comité Colbert celebra hoy por primera vez en Madrid una reunión entre los máximos ejecutivos de las empresas de lujo.

'Francia e Italia son los dos países líderes del sector a pesar de que Estados Unidos diga que ellos también ocupan un lugar prioritario en este mercado; nosotros no lo creemos. Calvin Klein no es lujo', señala Ponsolle. Sin embargo y a pesar de ese liderazgo industrial, el 80% de la facturación de estas grandes firmas francesas procede de la exportación y del 20% restante, una buena parte corresponde a las compras que realizan los turistas cuando van a Francia.

Por ello, la industria del lujo ha puesto en marcha un cambio estratégico que le ha llevado a dirigir la mirada a los mercados asiáticos y a apostar por la apertura de grandes tiendas monomarca ubicadas en las zonas más comerciales de las principales capitales asiáticas y estadounidenses. Muchos de estos establecimientos han sido diseñados por arquitectos de prestigio y algunos están instalados en modernos centros comerciales en los que se congregan las firmas más emblemáticas. Este cambio de tendencia tiene el ejemplo más claro en el centro comercial de las Torres Petronas, en Kuala Lumpur (Malaisia), y en otros complejos de Hong Kong.

En 2002 y 2003 el sector ha sufrido un importante retroceso debido a los atentados, la guerra de Irak, la caída del turismo y la paridad monetaria entre el dólar y el euro que ha perjudicado a las empresas europeas. Sin embargo, la segunda mitad de 2004 ya apunta una recuperación y las perspectivas para el próximo año son de crecimiento.

12.000 millones de negocio

'Entre 1995 y 2000 el conjunto de las empresas de lujo multiplicaron por dos su cifra de negocio al pasar de 6.000 a 12.000 millones de euros. Luego hubo un retroceso y para este año esperamos volver a recuperar los 12.000 millones de euros', asegura Ponsolle.

El crecimiento de los mercados asiáticos, especialmente China, Corea, India y Rusia (sin olvidar a Japón que es ya un mercado maduro) será el principal motor del sector en los próximos años. Ahora China representa el 7% de las ventas asiáticas, pero en el futuro aumentará de forma exponencial. De hecho, se prevé que en poco tiempo el peso de las exportaciones representen el 90% del total frente al 80% actual. 'En 15 años creemos que se duplicará la facturación actual y a ello contribuirá el mercado chino', señala la directiva.

En Europa, donde se ha registrado un importante estancamiento en los últimos años (sobre todo en Alemania y Francia) también se prevé una recuperación. 'España, que ocupa la cuarta posición, es el mercado más dinámico desde hace 10 años'.

'España debería aunar esfuerzos'

El Comité Colbert, que cumple este año su 50 aniversario, ha logrado unir a toda la industria para crear una imagen de Francia como paladín del lujo y del glamour. 'En el exterior, el lujo francés se considera como una enseña de identidad nacional y encarna la imagen de Francia', asegura Elisabeth Ponsolle.'En España hay magníficas marcas y buena industria que si aunaran esfuerzos podrían lograr una imagen de país que se vendiera en todo el mundo. Vega Sicilia, Loewe... hay muchas que podrían crear un Comité Colbert a la española que resaltara los rasgos típicos y característicos del país', añade Ponsolle.España, cuarto mercado europeo para el lujo con una facturación de 278 millones de euros, acoge varias fábricas que producen para Lacoste y Vouitton, entre otras firmas galas.