Faunia intenta zafarse de la crisis de los parques
Bajo el reclamo de una excursión a la selva amazónica o una visita a los pingüinos polares, el parque temático de la naturaleza propiedad de Caja Madrid busca un nuevo modelo de negocio que se distancie de los deficitarios proyectos lúdicos que se han orquestado con el respaldo del capital público.
Por ahora, sin embargo, Faunia no ha escapado de los números rojos que dominan el sector y que han llevado a la suspensión de pagos al valenciano Terra Mítica y el sevillano Isla Mágica. La empresa sufrió pérdidas de 4,1 millones de euros en 2003, que elevan los números rojos acumulados a 12,5 millones.
Faunia prevé cerrar este ejercicio con ebitda positivo y un fuerte incremento de los ingresos, pero en ambos casos habrá una importante rebaja de las estimaciones iniciales.
La Hacienda regional exige un millón de euros al parque por impuestos no declarados
La empresa preveía unos 675.000 visitantes, lo que permitiría reducir las pérdidas antes de impuestos 'por debajo de los dos millones de euros' y contar con un 'ebitda positivo cercano a los 3,5 millones de euros', según su memoria de 2003. Sin embargo, en las estimaciones que la compañía ha presentado al consejo de administración el pasado 30 de septiembre se prevé un ebitda de 58.000 euros y un número de visitantes que rondarán los 555.000, es decir, 120.000 menos de lo calculado al cierre de 2003.
Esta desviación se debe, según el director general de Faunia, Juan Manuel Carrera, a la menor afluencia de público durante el verano debido al calor. 'Nuestros mejores resultados los tenemos durante el otoño y el invierno porque contamos con instalaciones y pabellones cerrados', comenta.
El parque de la naturaleza también calcula un incremento de los ingresos del 33% hasta alcanzar los 9,87 millones de euros este año. Según Carrera a este incremento contribuirá la nueva línea de negocio que se ha puesto en marcha este año para organizar, dentro del parque, eventos de carácter empresarial y privado. 'Para el último trimestre ya tenemos acumulados 600.000 euros por este concepto', señala el director general.
La empresa prevé que el 20% de la cifra de negocio de este año provenga de este área y que ese porcentaje aumente en 2005. A 30 de septiembre la facturación crecía un 25% sobre 2003.
La compañía, que el año pasado redujo su capital en 10,46 millones de euros para compensar pérdidas y suscribió una posterior ampliación de 16,8 millones, prevé lograr beneficios en 2006. Este año aún tendrá un resultado neto negativo de 3,2 millones de euros, según el primer ejecutivo de la sociedad.
La compañía, que cuenta con un préstamo de Caja Madrid de casi 24 millones de euros, logró el año pasado un ingreso medio por visitante de 16,6 euros, lo que supone un ligero descenso al obtenido en 2002, 'como consecuencia del abundante número de campañas promocionales realizadas surante 2003', según explica el informe de gestión. El ingreso medio por visitante durante 2004, en cambio, experimenta un alza del 7% al situarse en 17,8 euros.
Por otro lado, la Dirección General de Tributos de la Comunidad de Madrid ha levantado actas fiscales al parque por 962.000 euros en impuestos no pagados en relación con el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
La empresa, participada por la propia Comunidad de Madrid a través de una sociedad de capital riesgo, no tiene provisionada esa cantidad en sus cuentas, aunque sí ha presentado el aval necesario para poder recurrir.
Tensiones entre los accionistas
Faunia, inaugurado en julio de 2001 como primer proyecto temático de la naturaleza, es propiedad en un 86,27% de Sociedad de Promoción y Participación Empresarial Caja Madrid. La entidad financiera controla también otro 2,65% a través de Capital Riesgo Madrid, mientras que la sociedad pública Aperto Libro tiene el 5,30% y Novaro Hladny posee el 0,64%. El 5,14% restante está en manos de la empresa catalana Corporació AGE que fue el proveedor de la tecnología y de las atracciones del parque. El resultado diferente de lo previsto de algunas de estas atracciones ha provocado una serie de tensiones entre los accionistas, especialmente de Corporació AGE con el resto de los socios. Esto ha provocado que la compañía catalana se haya mostrado disconforme con las cuentas del ejercicio 2003, según fuentes del consejo del parque.