El buen gobierno frena la toma de riesgos
La consultora Hill & Knowlton ha realizado una encuesta a directivos para captar sus opiniones sobre las nuevas medidas de gobierno corporativo. La principal conclusión de 'Corporate Reputation Watch 2004' es que las buenas prácticas están adquiriendo un 'carácter permanente' a pesar de los costes extras que supone para la empresa, aunque hay quien ve en estas medidas un ralentizador de las tomas de decisiones más arriesgados, lo que en definitiva influye negativamente en la innovación.
Sólo un 9% de los ejecutivos europeos considera que el esfuerzo adicional que supone adaptarse a las normas de buen gobierno supone 'un problema real' para la competitividad de la empresa, mientras que casi la mitad considera que estos esfuerzos son asumibles, y dos tercios cree que contratar consejeros no plantea más dificultades ahora que antes.
El coste más importante de las normativas más estrictas, según los encuestados, están en la complejidad administrativa y el tiempo de gestión. Un 21% admite que la responsabilidad ha traído consigo una mayor reticencia a la hora de asumir riesgos.
Una de las áreas más afectadas por los nuevos costes es la innovación, según se desprende del estudio. Esta situación 'podría dañar seriamente los planes de competitividad empresarial en la Unión Europea', según Andrew Laurence, presidente europeo de Hill & Knowlton.