Expectación ante los datos de empleo
La Bolsa se ha movido poco este año. Pero, en las escasas ocasiones en las que ha bailado, lo ha hecho al son de los datos de empleo de Estados Unidos. Han sido, probablemente, el termómetro preferido por los inversores para verificar no sólo la solidez de la tan cacareada recuperación económica, sino también para valorar en qué medida ésta es sostenible en próximos trimestres. Si no se crea empleo, el tirón de la demanda que ha permitido importantes crecimientos del PIB tiene los días contados, al igual que los ascensos de la Bolsa.
Este viernes se publica el último dato de empleo antes de las elecciones estadounidenses, y corresponde al mes de octubre. Cada octubre la Oficina de Estadísticas Laborales revisa los datos del ejercicio anterior. Así, este viernes se depurarán las cifras correspondientes a 2003. A menos de un mes de las elecciones y coincidiendo, también, con el último debate electoral.
Sería, pues, una excelente noticia para George W. Bush una revisión al alza de las estadísticas y desmontaría buena parte de los argumentos de su rival sin darle mucha capacidad de reacción. Salvo catástrofe, un buen dato le daría la mayoría de las papeletas para continuar en la Casa Blanca. Hay razones para pensar que será así. La estadística de empleo que se publica en Estados Unidos se a partir de una encuesta sobre una muestra de empleadores. Pero esta muestra no tiene en cuenta los pequeños negocios o los que se acaban de poner en marcha. Por esta razón, tradicionalmente se sobreestima el empleo en épocas de recesión y se subestima en tiempos de bonanza.
Algunos analistas señalan que la revisión al alza de 2003 puede ser superior al medio millón, teniendo en cuenta las cifras presentadas por otras estadísticas laborales. Un dato de este calibre no sólo sería la mejor ayuda para Bush sino que, también, haría que los mercados se sacudiesen buena parte de las dudas acerca de la economía estadounidense en el corto plazo. Es, posiblemente, uno de los pocos datos capaces de mover el mercado por sí solos.