Rajoy forma una dirección a su medida, pero mantiene a la vieja guardia del PP
Que nadie quede descontento. Esta parece ser la máxima con la que Mariano Rajoy, elegido ayer presidente del PP con el 98% de los votos, ha elaborado su nueva ejecutiva, integrada por el ex ministro Ángel Acebes como secretario general, por seis responsables de área y más de medio centenar de cargos electos entre secretarios, vocales, presidentes de comunidades autónomas y presidentes regionales.
Había cierta expectación ayer por escuchar el discurso final de Rajoy para comprobar si respaldaba la línea de autocrítica marcada el viernes por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, o, por el contrario, se alineaba, como finalmente ocurrió, con la apuesta más oficialista de Acebes y Eduardo Zaplana. Quien más se identificó con ella fue José María Aznar, con un discurso en el que recordó los crímenes de los GAL. 'Tengo las manos bien limpias porque nunca he usado cal viva para encubrir asesinatos', llegó a decir- y pidió a los dirigentes del PP que reinvidiquen el pasado.
La persona más ligada a Aznar a lo largo de toda su carrera, el ahora diputado Carlos Aragonés, ha dejado de ser desde ayer adjunto al presidente del partido, pero Rajoy le ha rescatado para el comité ejecutivo entre los vocales de libre designación, junto a la ex responsable de política económica del partido Elvira Rodríguez y la ex embajadora ante la OCDE Elena Pisonero.
Con la renovación parcial de la dirección, Rajoy ha intentado conciliar los intereses de los sectores que más influencia han tenido en la etapa de Aznar, aunque en el núcleo duro que dirigirá la organización en el día a día ha colocado a personas de su estrecha confianza y de la del secretario general, Ángel Acebes. Además de Miguel Arias Cañete como nuevo responsable de política económica, figuran Gabriel Elorriaga al frente del área de Comunicación; Ana Pastor en Políticas Sociales; Sebastián González en Organización; Ignacio Astarloa en Seguridad y Justicia y Soraya Sáenz de Santamaría, la única cara nueva, en Política Autonómica y Local.
Entre el más de medio centenar de personas de la nueva ejecutiva se encuentran la vieja guardia del partido y también las personas más significadas que apostaron por diferentes opciones durante la carrera sucesoria.
Juan Costa, que finalmente renunció a la secretaría de Economía, se plantea trabajar como asesor de Rodrigo Rato en el FMI.