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Entrevista

'El directivo español no sabe planificar'

Su vida profesional está vinculada a la consultoría. Trabajó en Bedaux España y en Price Waterhouse. Hace 12 años pasó a formar parte del equipo directivo de EOI, escuela de negocios para ingenieros que este curso cumple su 50 aniversario.

Es extrovertido, con labia de consultor, pero no pretende, al menos es lo que intenta transmitir, sentar cátedra. Félix Santamaría ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, nacido en Estella (Navarra) hace 57 años, tiene habilidad para las relaciones públicas. Dirige desde hace siete años la escuela de negocios EOI, entidad sin ánimo de lucro fundada en 1955 por acuerdo de los Ministerios de Industria y de Educación, 'para perfeccionar la formación del personal directivo de las empresas o la de aquellos que, en un futuro, puedan llegar a puestos directivos', según señalan los estatutos de constitución.

Pregunta ¿Hoy día para qué es necesario tener un máster?

Respuesta Todo es discutible. No es necesario tener un máster para tener un empleo, pero hay carreras, como Ingeniería industrial, Caminos o Telecomunicaciones, en las que sí es necesario que tengan un curso de posgrado para adaptarse. Si hablamos de recién titulados, el principal objetivo es tener una carrera de éxito de una manera rápida. Eso implica tener una integración inmediata en el mercado laboral. No es buena política que un máster sirva sólo para encontrar un trabajo, ha de ser útil para tener una carrera de éxito. Dentro de los profesionales los hay que observan que por su formación de base no pueden acceder a un puesto directivo, bien porque no tienen práctica en temas de dirección de grupos, bien porque no saben trabajar ni motivar al equipo. Estos temas no se aprenden en la universidad. Un directivo tiene que saber sacar jugo al equipo. Hay profesionales que quieren cambiar de área de trabajo y estudian un máster especializado.

'Somos mejores improvisando, tomando decisiones con rapidez, pero nos queda mucho por aprender'

P ¿Las empresas dan importancia a este tipo de formación?

R Dan importancia cuando se trata de una escuela de prestigio, ya que el proceso de estudio es durísimo. Un máster a tiempo completo requiere ocho horas de estudio diario y eso significa que el alumno sabe comprometerse y es una persona responsable. Se enseña a los alumnos a tomar decisiones, a tener espíritu de equipo y a tener contacto con el mundo real empresarial.

P ¿Los directivos tienen predisposición para el aprendizaje?

R Hay de todo, pero el máster les ayuda, además de a todo lo demás, a aprovechar para intercambiar experiencias con otros alumnos colegas. Hay un intercambio de ideas entre los alumnos, trabajan en equipo y establecen contactos que les sirven para su vida profesional posterior. Tener amigos en otras empresas es importante por lo que pueda pasar en el futuro.

P ¿Están preparados para competir en entornos competitivos?

R Están preparados, pero tienen un problema y es que cada vez trabajan en un entorno más cambiante y brusco que no es dominable por la organización. Por ejemplo, no se tiene influencia en la Bolsa ni en el precio del dólar. Los directivos tienen que tener capacidad de reacción frente a entornos competitivos. Han de tomar decisiones arriesgándose. En todo esto no se puede formar a los alumnos, aunque si se les plantea situaciones parecidas donde se les obliga a tomar decisiones. Otro punto débil es la capacidad de organización. El directivo español no sabe planificar, preparar con cierta anticipación.

P ¿Destacaría alguna fortaleza?

R Somos mejores improvisando, tomando decisiones con rapidez, pero nos queda mucho por aprender. Es importante la creatividad, pero deberíamos ser ordenados. Los españoles somos poco eficaces en el trabajo, eso es algo que intentamos reforzar en el máster.

P Los puestos de responsabilidad son cada vez más efímeros.

R Si, cualquier directivo sabe que sus días están contados. Nadie debe plantearse un puesto para toda la vida. Yo no me lo planteo, pero lo que sí me apetece es aprovechar el tiempo que me queda de trabajo. Es esencial tener éxito en la gestión, pero también ha de ser un éxito sostenible. Hay que dirigir teniendo en cuenta la parte económica, pero considerando el medioambiente y a las personas implicadas en la compañía. Y si no crees en lo que haces tienes que irte.

'Todo profesional ha de ser innovador'

P La EOI cumple este curso 50 años. ¿Cómo sobrevive una escuela de negocios en un sector tan competitivo?R Es la escuela más antigua de España y la tercera de Europa. Comenzó con la idea de formar a ingenieros industriales en técnicas de dirección de empresas y la misión siempre ha sido la misma, aunque también nos hemos adelantado y hemos puesto en marcha hace 29 años los primeros máster en medioambiente. La tecnología es algo que también nos ha preocupado. De hecho nuestros patronos son el Ministerio de Industria, la Oficina Española de Patentes y Marcas e instituciones como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), la Fundación Vodafone, Ericsson, La Caixa, Iberia y la Fundación AUNA. Además nos centramos en desarrollar la vocación emprendedora de los alumnos. En la escuela ya se han creado 3.600 empresas, que están integradas en una red de pequeñas y medianas empresas.P ¿Cuál cree que ha sido su principal aportación?R Todo profesional tiene que ser emprendedor e innovador desde el propio puesto de trabajo, ha de actuar como si estuviera al frente de una empresa pequeña. Para nosotros es muy importante que el concepto emprendedor impregne todos nuestros másters.P ¿Qué cree que ha aportado como directivo a la escuela?R Yo no me atribuiría nada, es trabajo del equipo, pero lo que hemos hecho ha sido demostrar que una escuela de negocios a caballo entre lo público y lo privado era factible. En este centro no hay funcionarios, todos son profesionales del mundo de la empresa. En América y España tenemos dos mil alumnos.P ¿Qué atractivo tiene una escuela de negocios española para los alumnos extranjeros?R En primer lugar, la calidad de la escuela, que ha de ser comparable con la de otros países. A los europeos les interesa la realidad española. Y para los hispanoparlantes es atractivo por el idioma y porque el mundo empresarial es parecido, aunque no igual, al español. Tiene más similitud que con el anglosajón.

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