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Informática

El "hombre-Linux" de Microsoft defiende el sistema Windows

Cuando aparecen noticias acerca de Linux en los periódicos, mi madre me manda e-mails preguntándome si sigo teniendo trabajo, porque parece que Microsoft va a dejar de existir si se hace caso a los titulares'. Martin Taylor, 34 años y máximo estratega de Linux en Microsoft, bromeaba así el pasado miércoles en el Instituto de Empresa en Madrid, donde debatió con profesores de esta escuela de negocios sobre la importancia o no del software libre.

Taylor, apodado como el hombre-linux de la compañía de Redmond, fue algo más templado que el presidente de Microsoft Steve Ballmer que calificó no hace tanto de 'cáncer' al software libre, pero aún así optó por seguir demonizando a Linux. 'No hay innovación real en Linux. Es más de lo mismo, pero con otro modelo de desarrollo'. Y se preguntó: ¿Existe ahora alguna innovación que no existiera antes de la aparición de Linux?. No', sentenció ante una audiencia no precisamente conforme con las innovaciones que aporta Windows.

Ante más de 40 profesores del Área de Tecnologías de la Información y ex alumnos del máster de Dirección de Sistemas de Información, Taylor trató de demostrar el poder de Windows con cifras en la mano -como que las soluciones de Microsoft son hasta un 22% más baratas que Linux, o que de los 20 millones de servidores que hay hoy instalados en el mundo 11 millones corren sobre Windows o que el 94% de los PC llevan también el sistema operativo de Microsoft-, mientras hablaba de Linux y del software libre como una plaga contra la que había que luchar.

Competencia: 'Nuestra percepción de Linux ha evolucionado. Ya no es algo emocional. Ahora sabemos que está aquí para quedarse'

Preocupación: 'Mi peor pesadilla es que voy a ver a clientes y me dicen que no quieren nuestros productos. No por costes ni tecnología, sino porque están hartos de ver Windows y Microsoft. Contra eso es difícil competir'.

'Sólo 110 personas tienen acceso al núcleo de Linux, y la mayoría son de IBM o RedHat. Es falso que millones de personas estén viendo su código y mejorándolo', criticó. Para Taylor 'no existe la innovación distribuida', en clara referencia a la forma en que se trabaja en el software libre en el que muchas personas aportan mejoras desinteresadamente. 'Es difícil innovar cuando no hay recompensa económica. El precio garantiza la inversión en la generación de nueva innovación y propiedad intelectual. Es el mismo modelo de los libros o los discos. El coste de un libro y los ingresos por derechos de autor permiten al escritor crear un nuevo libro y generar más propiedad intelectual'.

Taylor dedica gran parte de su tiempo a conocer mejor Linux y a preparar a los comerciales de su empresa para que puedan frenar el avance del software libre. Según la revista Forbes, obsesionado con que cada empleado sea un experto en Linux, Taylor graba trimestralmente un CD a los vendedores para que vayan aprendiendo argumentos que combatan a su enemigo mientras van en el coche. 'Sólo quiero que la decisión de los clientes se base en hechos, no en religiones', dice a menudo.

El directivo, que lleva 12 años en Microsoft, asegura que su peor pesadilla es 'ir a ver clientes y que digan que no quieren nuestros productos. No por costes ni tecnología, sino porque están hartos de ver Windows y Microsoft. Contra eso es difícil competir'. El joven estratega reconoce que su compañía ha evolucionado en su percepción de Linux. 'De pensar que no tenía importancia nos vimos en un debate emocional sobre la ideología del software libre y ahora estamos en otro debate mucho más pragmático en el que reconocemos que Linux es un competidor más y está aquí para quedarse'. La idea, dice, 'es revisar nuestra estrategia de producto en función de lo que está aportando Linux'. Por lo pronto, Bill Gates experimenta abriendo tímidamente algún código.

Versiones baratas de Windows en el mercado

Hay tres razones por las que una compañía puede decidir liberar su código, según Taylor: 'por razones ideológicas, porque el ciclo de vida de su producto ha finalizado o porque la compañía no lidera un mercado concreto y quiere ganar cuota de mercado'. El directivo dijo que preguntaría a aquellos que dicen que Oracle o IBM soportan Linux que le digan qué productos de estas compañías son gratis y tienen su código abierto. '¿Son gratis sus bases de datos?. Se quedan con trozos en propiedad para asegurarse que hay un incentivo económico que les permita seguir innovando y manteniendo ventaja'.Muy pronto, añadió, el debate dejará de ser Linux frente a Microsoft y 'hablaremos de RedHat frente a Microsoft e incluso de RedHat frente a Suse. Estas dos empresas tienen ahora un modelo de precios. Es la definitiva comercialización del software libre', un terreno en el que Microsoft se siente capaz de ganar. Según explica el directivo a Forbes, 'Antes Linux era una nube difícil de ganar, ahora es RedHat, IBM, Novell... Y sabemos cómo competir con compañías'.Taylor insiste en que su máxima prioridad es escuchar a sus clientes. 'Debemos ser capaces de aportar innovación a un coste competitivo. Si no somos capaces de demostrar el valor de nuestra plataforma, perderemos frente a Linux y estaremos fuera del mercado'.Para que no ocurra, Microsoft está ofreciendo descuentos de hasta el 60% en algunos productos y ha empezado a vender una versión barata de Windows en países sensibles al precio y proclives a caer en los brazos de Linux, como Rusia o Indonesia. Además ha abierto su código a algunos gobiernos para evitar suspicacias de que haya puertas traseras en su software.

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