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CincoSentidos

Los ejecutivos prefieren vivir en Barcelona

El ideal de ciudad se llama Barcelona. La capital catalana se ha ganado un año más el honor de ser el lugar en el que los ejecutivos europeos no dudarían en trasladarse para fijar su residencia por motivos de trabajo. Tiene la mejor calidad de vida de las treinta ciudades de toda Europa que analiza el informe European Cities Monitor, que publica anualmente la consultora inmobiliaria Cushman and Wakefield Healey and Baker. En esta percepción entran en juego diversos factores, como la oferta de ocio, la cultural, la proximidad al mar, la gastronomía, pero, sobre todo, influye el clima. No sólo resulta atractiva Barcelona por su calidad de vida, sino por las oportunidades de negocio que ofrece, lo que la sitúa, al igual que el pasado año, entre las seis primeras para materializar proyectos empresariales.

El informe pone de manifiesto que las ciudades que obtienen un sobresaliente como plaza de negocios llegan al aprobado justo en calidad de vida. Las metrópolis europeas con mayor proyección como centros económicos no resultan atractivas a los ejecutivos para vivir. Londres, el corazón financiero del Viejo Continente, ocupa la primera posición entre las mejor valoradas para llevar a cabo proyectos empresariales, según la opinión de los 500 ejecutivos que han participado en el informe. Y no sólo Londres cumple la regla (ocupa la novena posición entre las más agradables para fijar su residencia), Bruselas, Fráncfort y Amsterdam, pese a ser los cinco primeros centros de negocios de Europa, no entusiasman a los directivos por su calidad de vida. Los directivos sólo parecen rendirse a los encantos de París, situada justo por detrás de la capital del Támesis como plaza de negocios, y tercera entre las que ofrecen mejor calidad de vida a los profesionales. Madrid también gusta a los ejecutivos extranjeros. La capital está situada en quinta posición, precedida de Munich. Como plaza de negocios, en cambio, ocupa la séptima posición.

Las dos capitales españolas están igualmente situadas entre las cinco primeras que albergan un mayor número de sedes de compañías. Mientras que Barcelona cuenta con el 29% de las sedes de las grandes empresas europeas, Madrid tiene el 23%. Los directivos consultados prevén que en los próximos cinco años ambas ciudades mantengan el mismo nivel de representatividad empresarial. Praga y Moscú son, a juicio de los encuestados, las que tienen más posibilidades de ganar nuevas sedes hasta el año 2009. Las labores de promoción que han efectuado Madrid y Barcelona de sus infraestructuras y recursos para ser centros económicos han ayudado a situarlas entre las mejor valoradas para emplazar un negocio. El informe destaca que Barcelona es la que mejor ha logrado darse a conocer, seguida de Londres, París, Madrid y Dublín.

Las tareas de las dos ciudades españolas que aparecen en el estudio European Cities Monitor para proyectarse en el exterior les lleva a encabezar otra clasificación, ya que son las dos primeras entre las que más progresan. Entre las empresas que han participado en el estudio, una cuarta parte de ellas afirma haber deslocalizado operaciones en otros países en los tres últimos años, mientras que el 18% reconoce que entre sus objetivos está externalizar su actividad.

Los requisitos que debe cumplir el emplazamiento ideal

Los aspectos que más valoran las compañías para ubicar una sede u oficina de representación en una ciudad determinada son la cualificación de las plantillas, la calidad de las telecomunicaciones, el fácil acceso a los mercados y el coste de las plantillas para la empresa. El tráfico urbano trae de cabeza a los ejecutivos europeos. Mejorar su fluidez, optimizar las conexiones entre la ciudad y otros emplazamientos dentro del mismo país, así como reducir los impuestos, son aspectos que ayudarían a los profesionales a mejorar su percepción de la ciudad donde trabajan. Los idiomas son la asignatura pendiente de las únicas capitales españolas que aparecen en el informe. Madrileños y barceloneses no tienen el mismo conocimiento de lenguas extranjeras que el que tienen los directivos que trabajan en Amsterdam o Bruselas. El informe apunta a que si mejoraran en el dominio de lenguas, podrían arañar posiciones en la clasificación de las mejores ciudades para emplazar un negocio. Los profesionales valoran que una ciudad esté abierta al mundo. Las conexiones de transporte internacionales son uno de los factores en los que la capital catalana (cuyo aeropuerto carece de calificación intercontinental) debe mejorar, y en la que Madrid se encuentra entre las diez mejores. La relación calidad precio de las oficinas también repercute en la decisión de una compañía para trasladar su sede. Madrid mejora en esta clasificación, en la que ocupa la décima posición frente a la duodécima del pasado año. Barcelona se mantiene en la cuarta, aunque Varsovia es la capital que ocupa el primer lugar, frente al séptimo de 2003.

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