Las gasolinas se disparan ante la resistencia del petróleo a bajar
Después del aparente respiro que dieron los precios de los carburantes en julio y agosto, pese a la carestía del crudo, septiembre está siendo muy desfavorable para las gasolinas, que han alcanzado nuevos máximos.
Los profesionales del sector, sobre todo transportistas, agricultores y propietarios de estaciones de servicio, ya lo advirtieron el pasado mes de agosto. Las petroleras no estaban repercutiendo en el coste final de los combustibles todo el encarecimiento acumulado por el petróleo y las cotizaciones internacionales de las gasolinas, y entonces avisaron que septiembre sería un mes clave. Y así ha sido.
Según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los precios de las gasolinas han subido entre 0,8 y un céntimo de euro por litro desde el pasado 1 de septiembre, mientras que el del gasóleo ha aumentado entre 1,6 y dos céntimos, con lo que han vuelto a marcar nuevos máximos.
La gasolina sin plomo de 95 octanos, la de mayor consumo, se ha encarecido 0,9 céntimos en lo que va de mes (y ha pasado de 90,2 céntimos a 91,1), la súper de 97 se ha encarecido 0,8 céntimos (de 98,9 céntimos a 99,7) y la súper de 98 octanos sin plomo un céntimo (de 97,3 a 98,3 céntimos).
Tan sólo el pasado lunes 27, la sin plomo de 95 octanos y la súper de 97 octanos protagonizaron un incremento de 0,1 céntimos por litro.
Por su parte, el precio del gasóleo de automoción ha aumentado 1,6 céntimos durante lo que va de mes (de 79,1 céntimos a 80,7).
Según la información que facilitan las petroleras al Ministerio de Industria, el coste del gasóleo de automoción ha subido 0,2 céntimos en las últimas veinticuatro horas.
Esta tendencia alcista se debe a la subida de las cotizaciones internacionales de los productos petrolíferos, que a su vez se han visto impulsadas por el encarecimiento del petróleo, que continúa muy por encima de los 40 dólares por barril.
El crudo Brent, de referencia en Europa, superó ayer los 46 dólares por barril en Londres por el temor a una escasez de suministro y la inestabilidad desatada en Nigeria, el sexto exportador mundial de petróleo. El barril de Brent para entrega en noviembre empezó la jornada a 46,80 dólares, frente a los 46 dólares del cierre del lunes.
La situación se agrava en el caso del gasóleo por la llegada del otoño, época en la que aumenta el consumo de gasóleo de calefacción, y por el déficit de este producto en Europa. Además, es el carburante utilizado por los transportistas, un sector muy sensible a la escalada de precios del crudo por el rápido traslado que tiene ésta en su estructura de costes.
Por otra parte, ayer la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, insistió en que su Departamento está trabajando para ayudar al sector agrícola dentro de 'una legalidad bastante difícil', por la necesidad de compaginar la directiva comunitaria con la normativa española, pero recordó que negocia con Hacienda la adopción de medidas compensatorias.