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Cuentas públicas de 2005

Con el apellido de 'sociales'

El Gobierno insiste en apellidar como sociales las cuentas públicas para 2005. Sus socios políticos, ERC e IU, todavía sin conocer el guiso exacto de las partidas, ya pedían un incremento en éstas. Todos parecen apostar por lo social, y la afición, ansiosa, pregunta: ¿qué se entiende por Presupuestos sociales? Un clásico respondería que es el que prioriza las políticas sociales, a saber, educación, sanidad, pensiones, desempleo y distintos instrumentos de solidaridad pública con los más necesitados. El viejo del lugar añadiría socarrón: 'y que creen empleo, joven, que creen empleo'.

Es cierto que el gasto social es sensiblemente inferior a la media europea, a la que debemos acercarnos. Es acertada, por ejemplo, la medida de subir las pensiones más bajas. No cuesta demasiado y es de justicia. También parece lógico elevar el salario mínimo, que había perdido poder adquisitivo los últimos años. Se anuncian más medidas, y nos preguntamos ¿cómo se pagarán?

El Gobierno ha sido pródigo en halagar oídos. Reforma fiscal para bajar impuestos, más inversión en infraestructuras y sociedad del conocimiento, mejora de las pensiones, incremento del actual 0,18% del PIB de cooperación internacional hasta un solidario 0,7%, solución al problema de los astilleros, mejora del salario mínimo, incrementos en educación y sanidad, más un largo etcétera. Los primeros Presupuestos de Solbes serán analizados con suma atención por los agentes económicos, algo sobresaltados por el repentino repunte del déficit público. El salto del 1,1% al 1,8% del PIB en 2004 ha sembrado inquietud. ¿Continuará esta carrera de déficit los próximos ejercicios? Pronto lo sabremos. Desde luego, la coartada de responsabilizar al PP de todos los desfases tiene los pasos cortos. Puede ser cuestionable para la liquidación de este año, pero no influirá en el próximo Presupuesto. Insistir en déficit superiores al 1% castigaría la confianza de los mercados.

'La coartada de responsabilizar al PP de todos los desfases tiene los pasos cortos. Insistir en déficit superiores al 1% castigaría la confianza de los mercados'

Si bien es cierto que una mayoría de los electores del Gobierno desea un incremento del gasto social, no es menos cierto que Zapatero será directamente responsabilizado si la economía empeora. Que no olvide aquello de 'Es la economía, estúpido'. Su primer Presupuesto será anticipador de tendencias.

Una de las principales partidas del gasto social será la sanidad, en el ojo del huracán dada su crónica insuficiencia presupuestaria. Además, está entre las principales reivindicaciones territoriales de alguno de los partidos que sustenta al Gobierno, que se verá tentado de poner parches aquí y allá para contentar a sus socios. Eso le abrirá la espita de los agravios, y bastante caliente está ya el ambiente entre ministerio y autonomías. Lo sensato sería crear una gran ponencia parlamentaria, al modo Pacto de Toledo, para redefinir la financiación y la extensión del sistema sanitario. Sería una gran y positiva novedad. Ir otorgando prebendas a modo de compra de apoyos terminará contaminando todo el nuestro modelo. Si no, al tiempo.

No se modificarán las cotizaciones ni se creará un fondo de reserva para el desempleo. Suponemos que la pasividad en esta materia se debe a que se reserva para un diálogo social del que esperamos frutos.

Está bien mejorar el gasto social. Era justo y necesario. Pero que las alegrías presupuestarias no nos hagan olvidar la máxima clásica, que la mejor política social es la que crea empleo.

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