Los ejecutivos critican la falta de talento en sus empresas
La guerra del talento va en aumento. A pesar de que el clima económico y de negocio mejora, muchas empresas no están preparadas para competir en este nuevo entorno. La conclusión parte de un estudio elaborado por la consultora Accenture, a partir de 244 entrevistas a altos ejecutivos de España, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Australia, con el fin de identificar los factores y tendencias que afectan al rendimiento del personal y de las empresas. El 41% de los ejecutivos opina que la batalla por el talento tendrá un impacto en sus compañías en los próximos 12 meses. Paradójicamente, la mayoría de estos ejecutivos reconoce que sus respectivas empresas carecen de los conocimientos y capacidades necesarias para enfrentarse a los retos del mercado.
Por ejemplo, mientras que el 65% (el 38% en el caso de España) citó 'el desarrollo de una capacidad de liderazgo efectiva' y el 49% (55% en España) nombró 'la creación de una organización y una cultura que se adapten al cambio de forma efectiva' como capacidades organizativas importantes, tan sólo el 8% afirmó que los resultados de sus empresas en estas áreas son buenos.
No será el único cambio que afrontar. Los ejecutivos están modificando sus objetivos: pasarán de concentrarse casi exclusivamente en el control de costes para orientarse hacia el crecimiento de la compañía. El 32% (34% en España) afirma que su objetivo principal, en estos momentos, es el del control de costes. En comparación, el 27% (10% en España) se centra en crecer. La previsión para el próximo año es distinta. Mientras el 42% opina que su organización se volcará en el crecimiento, tan sólo el 18% asegura que dará prioridad al control de costes.
Las empresas deben saber cómo atraer a los empleados de forma efectiva
Según el socio del área de comportamiento humano en Accenture, José Manuel Casado, 'el simple objetivo de reducir costes ha hecho que muchas compañías perdieran fuerza en el mercado'. Agrega que, en estos momentos, las empresas 'están aumentando la inversión en actividades relacionadas con el crecimiento para conseguir mayores niveles de rendimiento y necesitan recuperar su ventaja competitiva en términos de contratación, retención y desarrollo profesional'.
El estudio pone de manifiesto la relación que existe entre los defectos en las prácticas de recursos humanos y en la formación y la falta de un rendimiento sólido del personal.
Mientras que las tres iniciativas de recursos humanos más importantes identificadas fueron aumentar la productividad de los trabajadores, mejorar la adaptabilidad de la empresa a las nuevas oportunidades y facilitar el cambio organizativo, tan sólo una minoría afirma estar muy satisfecho con el avance en cualquiera de estas iniciativas.
'El camino futuro pasa por un planteamiento más estratégico de los recursos humanos. Las empresas deben saber cómo atraer a los empleados de forma efectiva, centrándose en la formación y la gestión del rendimiento, además de cómo adaptar ambos factores a la estrategia de negocio', matiza Casado.
En cuanto a las iniciativas de formación más significativas, los encuestados citaron 'la adaptación a la estrategia de formación con los objetivos de negocio', así como 'asegurar que los contenidos de la formación satisfacen los requisitos del personal'.
La investigación identificó a 38 compañías que obtuvieran los mejores resultados en términos de diferentes medidas de rendimiento personal y de negocio. Como grupo, el rendimiento económico general es más sólido, es más probable que estén planificando ampliar sus negocios en el próximo año, consideran las capacidades relacionadas con el capital humano como un factor más importante para enfrentarse a retos críticos del mercado, utilizan la informática de forma efectiva para dar soporte a la función de recursos humanos y formación y miden con regularidad la relación entre esta inversión y su impacto en el negocio.