Cibeles dice adiós en un caos de estilos
A juzgar por lo visto estos días en Pasarela Cibeles, para el próximo verano todo vale: explosión de color, pero también tonos tierra y champán, blanco y negro; telas vaporosas y, por qué no lamé, terciopelo y pieles; faldas mini y también maxi; cortes globo y al biés y con flecos y con volantes y sin ellos; shorts, bombachos, pantalones pirata, pantalones largos con estrechos que van del pitillo al elefante... Dar con un nexo común que proporcione armonía al armario es casi imposible. Quizá, la clave esté en los volantes y, como ya se vio en Gaudí, en los aires de los años 20 y 50.
Lejos de sonar a crítica, la heterogeneidad podría ser creatividad. El problema está en el podría, que no se convirtió en un fue y lo exhibido desde el lunes en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid resultó un caos de ideas y repeticiones. Más de uno se preguntaba '¿dónde he visto esto antes?' Hoy clausuran Cibeles los jóvenes creadores y en ellos está puesta la esperanza. No obstante, excepciones las hay. Por ejemplo, Ágatha Ruiz de la Prada, que sólo se imita a sí misma, llegó este año a Cibeles creyendo que traía la mejor colección de su historia y cumplió. La madrileña presentó el lunes piezas en las que ya abandona su excesivo espíritu naif y muestra una mujer sensual vestida con tul y pamela. El color, por supuesto, sigue siendo su baza.
Pero Juan Duyos, el último en aparecer el día de apertura, elevó el listón de la creatividad. ¿Es posible reinventar el lunar y conjugarlo con gorra de chulo madrileño? Es posible y apetecible. Volantes y chaquetillas cortas dan un aire descarado a la mujer para la mañana. Por la noche, encaje negro de reminiscencia goyesca.
El martes fue un día aburrido en el que Jesús del Pozo acertó con el colorido y su cortes clásicos (gasas superpuestas en los trajes de noche). Pero su intento por renovarse resultó flojo y cayó en cierto infantilismo de pizpireta moda marinera. La creatividad y los sueños imposibles de pasarela llegaron ayer a cargo de Andrés Sardá y Montesinos. Sus presentaciones fueron tan coloridas que los arriesgados Locking Shoking supieron a poco con sus brillos de música disco y prendas de baño en plan sexo duro. Julie Sohn, Kina Fernández y Rafael López cerraron, de momento, el mejor día en Cibeles.