La Generalitat intenta salvar la última planta española de Philips
La Agencia Catalana de Inversiones ha presentado a Philips un plan para convertir en un centro de fabricación de bombillas de alta tecnología LED la última planta que la multinacional holandesa conserva en España. Lámparas Z, ubicada en Barcelona, ha reducido a la mitad su producción de bombillas convencionales por falta de demanda.
El Gobierno catalán toma medidas urgentes para evitar la decadencia del tejido industrial de la comunidad. A través de la Agencia Catalana de Inversiones, Cidem, dependiente del departamento de Industria cuyo titular es Josep María Rañé, ha remitido una propuesta formal a la dirección de Philips en Holanda. El objetivo de la propuesta es asegurar la viabilidad de la última fábrica que la multinacional conserva en territorio español.
El plan de la Generalitat consiste en convertir la planta de Lámparas Z, ubicada en la zona franca de Barcelona, en un centro de producción de elementos de iluminación de última generación con una tecnología que se denomina LED.
Este tipo de modernas bombillas se producen desde hace varios años y su uso en un principio se centraba en el sector de la informática. Una aplicación típica era la luz que demuestra que un ordenador personal está encendido. Pero con el tiempo los usos se han multiplicado. Las principales ventajas de las bombillas de LED son que consumen menos energía y tienen una vida más larga.
Los impulsores de este tipo de iluminación han sido la multinacional alemana Siemens, a través de Osram, y la propia Philips en alianza con Agilent. La multinacional holandesa tiene una división dedicada a la iluminación en la que experimenta con LED. Las grandes pantallas que comercializa para ser instaladas en recintos deportivos o en grandes conciertos de música en vivo también utilizan esta iluminación.
El volumen de negocio estimado durante el último año en la venta de estos productos ascendió a unos 200 millones de dólares.
En el plan del Cidem se propone a la multinacional holandesa fabricar en Barcelona lámparas LED dedicadas aplicaciones en el sector de automóvil. La tecnología se considera especialmente adecuada para las luces de freno y otros elementos de iluminación de los vehículos.
En su plan, el Cidem recuerda a sus interlocutores que España es el quinto productor de coches del mundo y el tercero de Europa. Señala además que el 38% de la industria española de automoción está radicada en Cataluña.
Fuentes de Philips aseguraron a la publicación catalana Dossier Econòmic, que la multinacional todavía no tiene una respuesta para la propuesta del Cidem.
La planta de Lámparas Z viene sufriendo desde hace varios años un serio deterioro por falta de demanda. La fábrica produce bombillas de filamento convencionales. En el año 2002 produjo 220 millones de unidades. En 2003 esta cifra se vio reducida a 150 millones. En el ejercicio en curso se calcula que la producción alcanzará únicamente los 120 millones. La plantilla de la empresa es hoy de 170 empleados, tras sufrir una reducción de 90 personas mediante un plan de prejubilaciones.
Los sindicatos expresaron el pasado uno de septiembre su temor de que Philips lleve la producción a Polonia.
El Rey inauguró la nueva planta en 1999
La reducción progresiva de la actividad industrial del grupo holandés en España se inició en 1992, cuando vendió a los directivos la factoría de televisores de 14 pulgadas Tecnimagen de Sant Boi de Llobregat (Barcelona). Esta planta sigue abierta. Philips alcanzó un acuerdo con el ayuntamiento de Barcelona en 1998 para el traslado del centro de la histórica Lámparas Z, instalada cerca de la Plaza Cerdà de la Ciudad Condal. Obtuvo unas plusvalías de 26,1 millones por la venta de esos terrenos, aunque adquirió el compromiso de construir una nueva fábrica. La factoría fue inaugurada por su Majestad Juan Carlos I en 1999. Los problemas arreciaron entonces en Miniwatt, la planta de tubos catódicos para televisión. En los últimos dos años, esta planta ha cambiado tres veces de manos para volver a ser propiedad de LG Philips. En junio pasado cesó la actividad de Novalux, la cuarta factoría del grupo, a pesar de la presión realizada por el consejero de Trabajo de la Generalitat catalana, Josep Maria Rañé.