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CincoSentidos

Un televisor delgado para cada habitación

Los televisores pequeños se renuevan. Hasta hace poco, el receptor del dormitorio o del cuarto de los chicos era un cajón voluminoso del que asomaba tímidamente una pantalla entre las 14 y 20 pulgadas. Todo esto está cambiando definitivamente. La caída de precios que están experimentando los televisores delgados de cristal líquido tiene la culpa de esta transformación.

Aunque la tecnología LCD o de cristal líquido nació en EE UU en los años sesenta, su despegue se produjo en la década de los noventa, con el crecimiento de la demanda de ordenadores portátiles. Entonces, los fabricantes japoneses se habían hecho con el control de la fabricación en masa de pantallas delgadas. Además de usarse como monitor para los ordenadores portátiles, algunos empezaron a instalar paneles LCD en su PC de sobremesa al final de la década.

Y eso que todavía costaban demasiado. En 1997 una pantalla delgada de 15 pulgadas rondaba las 600.000 ptas. de entonces (unos 3.600 euros). Con los costes de personal disparados en el Japón, los fabricantes de Taiwán y Corea tomaron el relevo de la fabricación. Año tras año, la producción de paneles LCD crecía y los precios bajaban. A pesar de esto, el cristal líquido no salía del mundo informático.

Hubo que esperar hasta finales de 2003 para que se produjera la entrada de los pequeños televisores LCD en el mercado doméstico. En el cuarto trimestre del año pasado se alcanzó una producción de 27 millones de paneles de cristal líquido en todo el mundo. Según la consultora Displaysearch, 14 millones se destinaron a monitores de PC (sobremesa), y 11 millones para portátiles y los dos millones restantes se vendieron como televisores.

El precio del TV LCD de pequeño tamaño, a finales del año pasado, empezaba a seducir a algunos aficionados. Se podía, por primera vez, encontrar un modelo delgado de 15 pulgadas en el entorno de los 700 euros.

Hoy se empiezan a fabricar televisores de cristal líquido de gran cilindrada. El más grande del mundo, de momento, es un prototipo coreano con una pantalla de 57 pulgadas. A pesar de esto, las ofertas más populares siguen llegando con los modelos pequeños. Unos televisores para instalar en la habitación de estudio, el dormitorio o, incluso, en la cocina. Son modelos entre 17 y 23 pulgadas que giran entre los 550 y los 1.000 euros.

Unos televisores que convencen por su calidad de imagen y seducen por su precio y delgadez. Son soluciones firmadas, fundamentalmente, por importadores nacionales y compañías asiáticas, que proponen el concepto de 'pantalla para todo'. Es decir, lo mismo sirven para ver los canales de televisión o un DVD como para conectarlos a un ordenador para trabajar o navegar por internet.

Según una encuesta de Master Cadena, tres de cada cuatro españoles han manifestado que prefieren los televisores delgados frente a los convencionales. Y entre estas pantallas delgadas, el 79% se corresponde con los modelos económicos de cristal líquido.

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