Las petroleras cambian los pozos por Wall Street
Se tome la referencia que se quiera, el hecho es que el precio del petróleo se ha disparado. En doce meses, el West Texas sube un 70% ; el Brent, un 65,5%, y la cesta de la OPEP, un 55%. Los expertos explican un repunte ya duradero con la crisis en Oriente Próximo, la especulación o el auge de la demanda. Pero hay factores que hunden sus raíces en los noventa. Durante más de una década, las petroleras se han dedicado a primar al accionista, en detrimento de la inversión. Es algo reconocido por el sector. El resultado: incapacidad para reaccionar al auge del consumo, escasez de oferta y otro argumento para alimentar la escalda del crudo.
'En los últimos cinco años, la industria sí ha aumentado su inversión, pero no como hubiera sido deseable y en una proporción mucho menor a lo que han crecido sus ingresos', reconoce Manouchehr Takin, del Centro de Estudios Globales de Energía (CGES). 'La mayoría de las empresas han estado interesadas en perforar en Wall Street y en Londres, ante que en otra parte'.
En un artículo de la Revista Middle East Economic Review, Paul Stevens, de la Universidad de Dundee (Reino Unido), pone las cifras en perspectiva: 'BP remunerará a los accionistas con 18.000 millones de dólares durante los próximos tres años (...). En 2003, la compañía invirtió 9.700 millones en exploración y producción. Exxon Mobil, con un precio medio del barril de la OPEP de 34,4 dólares, invirtió 3.600 millones en el segundo trimestre; en el mismo periodo de 2003, con el barril a 25,9 dólares, la inversión fue de 3.800 millones'.
Mientras el resultado de Royal Dutch Shell creció un 54% en el segundo trimestre de 2004 y el reparto de dividendos ascendió a 4.200 millones de dólares, la inversión en exploración y producción bajó un 11,4%.
El beneficio neto de Repsol disminuyó un 7,7% en el primer semestre del año. Las inversiones cayeron un 28,9%, pero eso no evito que el dividendo subiera un 25,8%. Aún así, no es menos cierto que la producción de hidrocarburos de Repsol se elevó un 6,4% durante el mismo periodo.
'La mayoría de las multinacionales decidió reducir su inversión hace unos años, cuando el precio del barril bajó a 10 dólares. Esto ha llevado a un descenso en el descubrimiento de nuevos yacimientos y a una escasez global de capacidad de producción', resume Mamdouh Salameh, asesor de energía para el Banco Mundial.
'Es consecuencia de la política de fusiones que dominó el sector en los ochenta y noventa. El resultado es que falta personal para nuevos proyectos. Pero también hay que decir que la exploración en yacimientos no maduros sobre todo, golfo Pérsico y mar Caspio es, políticamente, muy complicada', matiza Craig Benington, de Schroders.
El problema va para largo. El tiempo medio que transcurre entre que un pozo se explora y su producción se nota en el mercado es de 10 años.
¿Petróleo caro para siempre?
A favorLa demanda. La escuela de analistas que cree que la subida del precio del petróleo es estructural, advierte de 'la inesperada falta de sensibilidad al precio', en el crecimiento del consumo de países como India o China, según explica Paul Horsnell, de Barclays Capital.Auge demográfico. Los grandes productores del golfo Pérsico tienen la necesidad de mantener los precios altos y un nivel de ingresos suficiente para atender a una sociedad en plena efervescencia, con unas tasas de nacimientos muy superiores a las de Occidente.Sequía. Fuera de Rusia y la OPEP, la realidad es que los yacimientos están madurando y apenas se descubre nada nuevo.En contraLos altos precios. Los defensores de la teoría que ve el reciente repunte como algo coyuntural, recuerdan que, en todas las crisis de los últimos 20 años, los propios precios han provocado una fuerte bajada global del consumo un año y medio o dos después.El poder de la OPEP. El cártel controla el 40% del petróleo mundial y, en los últimos años, es cierto que la organización ha cerrado el grifo de la oferta, siempre que los precios se iban hacia abajo.Tasas de crecimiento. Estos expertos juzga insostenible que el crecimiento del consumo de petróleo se duplique cada año, o que China pueda crecer eternamente a un ritmo del 10% anual.