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Julio Fermoso

'Al político hay que saber decirle no'

Nació en Medina del Campo (Valladolid) en 1948. Tiene el título de doctor en Medicina y durante ocho años fue rector de la Universidad de Salamanca

Culto, de palabra amable y con las ideas muy claras, Julio Fermoso cumple casi un año al frente de la duodécima caja española por activos a la que quiere poner a velocidad de crucero. Elegido por amplio consenso de los partidos políticos en la última renovación de órganos de gobierno, defiende que la presencia de éstos en las cajas debe tomarse con naturalidad y evitando choques. Aunque admite que, en ocasiones, 'hay que saber decir no' a los políticos.

Pregunta. Hace unos meses, su más próximo rival, Caja España, fue objeto de un episodio marcado por el intervencionismo político después del enfrentamiento del presidente con tres fuerzas presentes en el consejo (PSOE, UPL y UGT) que se saldaron con su destitución. ¿Cómo valora el impacto?

respuesta. Generalizar lo parcial es un error. Nuestra relación con Caja España es muy buena desde el punto de vista institucional. Pero considero que sería necesario que episodios de ese tipo no sucedieran porque se hace una caricatura de ello que lesiona al conjunto de las cajas.

P. ¿Una forma de evitar el intervencionismo en las cajas sería limitar el acceso de políticos a la presidencia?

r. Hay ejemplos de todos los tipos. Pero yo estoy en contra de una regla general para este aspecto; no hay que poner puertas al campo.

P. ¿Le da la sensación de que las administraciones se han acostumbrado a recurrir a las cajas para poner parches económicos?

r. Mejorar el tejido empresarial de la zona donde operamos es unos los principios fundacionales de las cajas. Pero somos entidades de carácter privado y en ese aspecto es donde se pueden producir choques. A veces a los políticos les falta madurez para percibir eso. A veces sí tenemos la sensación de que se nos pretende utilizar. Pero hay que saber decir no en el diálogo franco de cada día. No es un problema que haya políticos en los órganos de las cajas. Lo peligroso es caer una utilización perversa.

P. Las cajas han superado a los bancos en créditos y en depósitos, ¿les han ganado la batalla por el cliente particular?

r. Vamos un poco por encima, pero no sé si hemos ganado la batalla. Yo creo que responde a un esquema de cercanía y de fidelización del cliente que se da en las cajas.

P. ¿Quiere decir que las cajas tratan mejor a los clientes?

r. No mejor, pero sí les damos un trato distinto que los bancos. Mantenemos un porcentaje considerable de oficinas, por ejemplo en medios rurales, que no son rentables porque parte de nuestra labor es luchar contra la exclusión financiera.

P. Caja Duero ha basado el crecimiento en lo que va de año en el incremento de los créditos, sobre todo en las hipotecas, con alzas del 32%. ¿No cree que este modelo está agotado como puntal para impulsar el beneficio futuro?

r. Se ha hablado de burbuja inmobiliaria y de una desaceleración de los créditos que no llega. Pese a ello este mercado sigue creciendo, y con una morosidad baja. Pero la base de nuestro crecimiento futuro no se apoyará en hipotecas sólo, sino en estimular los créditos al consumo y otras vertientes, como la cartera industrial.

P. Muchas aseguradoras extranjeras están tanteando a las cajas para alianzas porque su extensa red comercial es un filón. ¿Hay ofertas que convenzan a Caja Duero?

r. En este momento, no es estratégico para la entidad llegar a una alianza con una aseguradora, pero se han estudiado ofertas.

La sombra de una unión con el rival

La fusión con su rival Caja España es un rumor cíclico -a veces alentado por 'algún político' de la Junta, admite Fermoso- que siempre parece perseguir a Caja Duero, ahora inmersa en un plan para reforzar su dimensión nacional. No está en cuestión, reitera el presidente la caja. Muchos aspectos nunca serían 'fusionables', como la obra social.

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