Iniciarse en la equitación con caballo propio
El sector del caballo, profesional y por hobby, está viviendo una firme recuperación desde hace años. Un pura raza español cuesta 15.800 euros
Las dos medallas, de plata y bronce, que consiguió Beatriz Ferrer-Salat en los pasados Juegos Olímpicos de Atenas en las categorías de doma individual y por equipos (junto a Ignacio Rambla, Rafael Soto y Juan Antonio Jiménez) son el ejemplo más claro de la atracción creciente de la población española por el mundo de la equitación. El equipo español no conseguía medallas en esta modalidad deportiva desde las Olimpiadas de Londres que se celebraron en 1948.
Como dato curioso, el censo de caballos también se viene recuperando desde el año 1999 tras caer en picado desde la década de los años sesenta. De 2,5 millones de animales que existían en esos años en España se cayó a 231.000 en 1999 (la cifra más baja de la que se tiene constancia). Hoy son 424.000 y el número va en ascenso.
A falta de estudios recientes, según la firma Prodescón, el impacto económico del mundo del caballo en España supuso en 2001 alrededor de 900 millones de euros. Y la facturación directa del sector alcanzó los 76,5 millones. Los empleos directamente asociados a los equinos eran ese año unos 3.600. Pero una de las conclusiones más significativas de ese trabajo es que se prevé que en el plazo de 10 años estas cifras, como mínimo, se dupliquen.
Para aquellos a los que les atraiga este hobby del galope y opten por un animal propio frente al alquiler, lo primero es adquirir uno. El precio medio de un pura raza española es de unos 15.800 euros, según el trabajo Estudio y caracterización del sector equino compilado por el Ministerio de Agricultura y hecho público en este año. Aunque hay quien se gasta hasta 600.000 euros en comprar uno, según Germán Murube, gerente de la Federación Hípica Andaluza.
Ferias de ganado
La mayoría de los animales (un 80%) se adquiere en ferias de ganado y salones monográficos, aunque el estudio del Ministerio advierte de que cada vez es mayor el número de transacciones que se hace por internet, aunque no las cuantifica.
El disfrute del animal está directamente relacionado con el lugar en el que se vaya a montar y por eso hay que ser muy cuidadoso. Germán Murube recomienda ponerse en contacto con las federaciones hípicas de cada autonomía para recabar información de cuáles son los clubes o centros ecuestres homologados.
Justamente en este año ha comenzado a nivel nacional una campaña de homologación para garantizar la existencia de unas condiciones higiénico-sanitarias adecuadas en los centros certificados por esas federaciones. En Andalucía, la patria del caballo de pura raza español, ya son 200 los centros homologados.
Contratar el pupilaje (alojamiento del caballo en una cuadra y alimentarlo dos veces al día, además de prepararle la cama de paja) ronda los 180 euros mensuales. En función de los servicios que ofrezca ese club, se puede optar a distintas labores de mantenimiento, como el herraje, que se realiza cada mes y medio por unos 50 euros como mínimo; o los cuidados veterinarios, que son muy diversos, pero sólo en la doble vacunación anual habrá de desembolsar otros 60 euros.
A partir de ahí, el mantenimiento del animal es libre. Existen propietarios que se asocian y contratan a cuidadores/montadores que doman y mantienen entrenado al animal. Si se prefiere una atención más personalizada, se puede contratar los servicios de un montador que mantenga el caballo en forma a base de varias sesiones de entrenamiento semanales por unos 2.000 euros mensuales.
Para terminar con este recorrido para el bolsillo, existe también la posibilidad de dejar al caballo en un centro privado de cierta entidad y de renombre donde se ofertan estos servicios y algunos más exclusivos por unos 1.000 euros mensuales, según explica Germán Murube.
Quedaría así el último paso, el de federarse y acudir a competiciones regionales o nacionales para comprobar la valía del animal. Sólo en Andalucía hay 120 centros (tanto clubes hípicos como centros ecuestres) donde los aficionados pueden federarse -los adultos han de pagar 50 euros al año para competiciones regionales o 105, si son nacionales-. Así, un buen cuidado aportará un buen disfrute del caballo.
Polémica Un sector por regular
Germán Murube, gerente de la Federación Hípica Andaluza, asegura que de los tres tipos de instalaciones destinadas al ocio caballar -clubes hípicos, picaderos y centros ecuestres- el mayor movimiento lo realizan los segundos. 'En Andalucía hay entre 2.000 y 3.000 picaderos; pero están homologadas 200 instalaciones sumando las otras dos categorías. Todos esos picaderos son ilegales y forman parte de la economía sumergida como iniciativas personales', asegura. Por ello, Murube recomienda llevar el animal a un centro homologado por las distintas federaciones hípicas autonómicas. Para saber cuáles son esos centros lo mejor es contactar con la Real Federación Hípica Española (914 364 200).