_
_
_
_
æscaron;ltima

Peregrinos por los lugares de 'El código Da Vinci'

Un gran misterio que podría hacer tambalear los pilares de la Iglesia católica. En su búsqueda se interna uno de los mayores expertos en simbología, y con él miles de turistas que, tras el éxito internacional de la novela El código Da Vinci, del estadounidense Dan Brown, solicitan desentrañar los secretos que esconde el libro y sus protagonistas. Su destino, París, donde se desarrolla gran parte de la trama.

La capital gala es desde hace meses objeto de miles de visitas extraordinarias ávidas por conocer el museo del Louvre, la célebre iglesia Saint Sulpice, la estación de trenes Saint Lazare o la Embajada de Estados Unidos, un curioso recorrido que sólo obedece a seguir las pistas que el libro ofrece para desenterrar tan temido secreto.

Con 10 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y traducido a 35 idiomas, El código Da Vinci se ha convertido en un fenómeno editorial equiparable al desatado por Harry Potter, y del que ya se ha llegado a editar un tratado explicativo de sus claves. Aprovechando el tirón de este éxito se ha reeditado una obra anterior del mismo autor, Ángeles y demonios, con una tirada en español de nada menos que 500.000 ejemplares, desde ayer a la venta. Además, la sensación editorial del año ha creado su propia industria turística. Organismos culturales privados se han lanzado a explotar este mercado con visitas guiadas, que en su mayoría demandan lectores anglosajones, tras el éxito de la novela en EE UU y en Reino Unido.

El museo del Louvre colabora en el negocio a pesar de sus reticencias iniciales a causa de 'la enorme cantidad de inexactitudes que el libro recoge'

'Se trata de una visita menos seria que las habituales', reconoce Paris Avec Vous, organismo cultural que desde el mes de septiembre ofrece visitas guiadas a grupos de empresas en el museo del Louvre. Por 220 euros, las enseñas pueden ofrecer a 20 clientes comprobar por fin la veracidad de los datos sobre las obras de arte que el libro describe. 'Hay muchos errores', reconocen, 'pero no hay que olvidar que no se trata de un tratado sobre teología, sino de un thriller'.

Paris Muse, un organismo cultural de reciente creación, ha aprovechado esta frontera entre realidad y ficción para proponer a turistas exclusivamente anglófonos visitas en el célebre museo. Iniciadas en febrero, 'hoy suponen la mitad de nuestra actividad', explica Ellen McBreen, historiadora del arte y creadora de la organización, que sigue sorprendida ante este 'fenómeno cultural inexplicable'. Abierta a los particulares, expertos en arte guían y corrigen los errores que el libro comete sobre la simbología de las pinturas, por el módico precio de 110 euros por persona, 95 si se crean grupos de más de dos personas.

El propio museo del Louvre, reticente hasta ahora a participar en la operación por 'la enorme cantidad de inexactitudes que el libro recoge', ha terminado por dejar al margen la excepción cultural francesa y aceptar a grupos de la recién creada asociación Amigos Americanos del Louvre, consciente de que esta nacionalidad supone una tercera parte de las visitas de la pinacoteca.

Tras la visita inaugural que tuvo lugar esta semana, el museo recogió los primeros frutos de esta reciente colaboración. American Express ofrecerá 150.000 euros en dos años para la instalación de traducciones en inglés y en español que acompañen las visitas de 300 de las obras más célebres del museo. Una prueba de que el turismo americano se ha reconciliado con Francia tras un año negro provocado por el conflicto de Irak.

Archivado En

_
_