El desenfado de Vik Muniz, en Telefónica
Detenerse a observar una imagen, cuando la gente es diariamente bombardeada con millones de ellas, es difícil. Vik Muniz (São Paulo, 1961) lo consigue, porque sus imágenes no son lo que parecen a simple vista.
La Fundación Telefónica inaugura la temporada con una antológica del artista brasileño afincado en Nueva York, en la que se pueden contemplar 53 obras representativas del trabajo del autor. Muniz, muy bien representado en colecciones privadas españolas, mostró ayer su interés por las exposiciones antológicas, porque le permiten descubrir la reacción de nuevos públicos.
Muniz trabaja con materiales de la vida cotidiana, como alambre, hilo, azúcar, chocolate, polvo, tinta, papel o tela. Con ellos, compone retratos y arquitecturas, reproduce imágenes muy conocidas y obras de otros artistas y luego las inmortaliza en fotografías. La Mona Lisa, los Almiares de Monet, Los Girasoles de Van Gogh, la Marilyn de Warhol. Vik Muniz revisita imágenes por las que siente respeto. El resultado son fotografías desenfadadas e ingeniosas. 'Vik Muniz es un gran fabulador, que sabe encontrar el discurso apropiado', señaló Miguel Fernández-Cid, comisario y director del Centro Galego de Arte Contemporánea, institución que ha organizado la muestra.
En la exposición (Fuencarral, 3. Madrid. Del 16 de septiembre al 9 de enero de 2005), el artista presenta la serie Catedrales, que recoge varias obras realizadas a partir del Camino de Santiago, compuestas con chocolate.
COLECCIâN
l Las obras mostradas en la Fundación Telefónica están agrupadas en series cuyo título incluye el material del que se componen las piezas. Entre las 53 obras exhibidas, se encuentran dos que han sido adquiridas por Telefónica para su colección de fotografía contemporánea. Se trata de After Gerhard Richter, una impresión cromoxénica, perteneciente a la serie Pictures of colors, y Chocolate disaster.