El Gobierno portugués destituye a la cúpula de Caixa Geral de Depósitos
El ministro de Finanzas de Portugal, Antonio Bagao Felix, nombró ayer a Vitor Martinis, ex secretario de Estado de Asuntos Europeos, como el nuevo presidente de la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), el primer banco de este país .
Este nombramiento se produce horas después de que el mismo ministro Bagao destituyera a Antonio de Sousa y Luis Mira Amaral ex presidente del Consejo de Administración y ex presidente de la Comisión Ejecutiva respectivamente.
Según informa la prensa lusa, ambos directivos fueron apartados de sus cargos debido a sus constantes discrepancias en la dirección de la empresa, caracterizada por una estructura gestora bicéfala. De hecho, el nombramiento de Martinis significa que CGD regresará a regirse por el modelo anterior, con un único presidente.
El momento crítico en la relación de ambos directivos se produjo en la cancelación de la asamblea general del Banco Simeón, en España, participado por la CGD, y que estaba prevista para el 1 de septiembre.
El modelo bicéfalo fue adoptado el pasado 7 de abril, cuando la entonces ministra de Finanzas, Manuela Ferreira Leite, decidió nombrar a Mira Amaral como presidente de la Comisión Ejecutiva de la CGD.
Las divergencias entre los dos principales directivos de la estatal Caixa Geral de Depósitos de Portugal mantuvieron paralizada la gestión y el Consejo de Administración no se reunía desde el pasado mes de julio.
Esta situación repercutió en el citado Banco Simeón, pues los gestores españoles contratados para dirigir esta entidad no han podido asumir sus funciones porque fue suspendida la asamblea general de la institución financiera española.
Los beneficios de la CGD, uno de los pilares del sistema financiero portugués, sufrieron una caída del 25% en el primer semestre de este año al situarse en 269,1 millones de euros. En España posee 172 sedes bajo la marca Banco Simeón, en su mayoría repartidas entre Extremadura y Galicia.
En el primer semestre del presente ejercicio, la entidad sufrió pérdidas de 4,24 millones de euros, debido a costes asociados a la reestructuración del banco y la integración de sus sistemas informáticos.