El negocio balear se enfrenta a la amenaza de una reconversión
El reciente anuncio de las Administraciones advirtiendo de la necesidad de acometer una reconversión de todo el sector turístico de las islas Baleares ha provocado el malestar entre hoteleros y sindicatos. Estos últimos han anunciado una gran manifestación, para el 24 de este mes, en Palma de Mallorca contra la política turística de Jaume Matas.
Los primeros síntomas del agotamiento del modelo turístico de sol y playa en Baleares han hecho saltar todas las alarmas en una comunidad en la que casi el 90% del producto interior bruto depende de este sector. A la incertidumbre del mercado se ha unido la anunciada reconversión turística, que prevé la eliminación de hoteles de la primera línea de costa. Ante esto, los sindicatos han convocado una movilización que se celebrará el próximo día 24, coincidiendo con la celebración en Palma del IV Foro de Líderes de Turismo que prepara la Organización Mundial del Turismo (OMT) para los días 24 y 25 de este mes.
Los principal sindicatos de hostelería de las Islas, CC OO y UGT, temen que esta reconversión traiga consigo una considerable pérdida de puestos de trabajo en un momento en el que la inquietud sindical está ya focalizada en la reducción de la temporada turística.
Antonio Copete, representante de UGT, asegura que los trabajadores ven con alarma el progresivo cierre anticipado de los hoteles. Si la temporada turística se prolongaba hace unos años durante al menos nueve meses, UGT alerta de que muchos hoteles cerrarán sus puertas una vez que finalice este mes de septiembre, con tan sólo seis meses de apertura a sus espaldas.
El Consejo Insular aprobará antes de fin de año la supresión de 14.000 plazas hoteleras obsoletas
Para UGT y CC OO, la administración que dirige Jaume Matas, no está actuando para combatir este aumento de la estacionalidad en el primer sector económico de las Islas.
Este aumento de la estacionalidad ha provocado además cambios en el modelo de contratación laboral, según UGT, al pasar muchos trabajadores de fijos a fijos-discontinuos.
A la preocupación por lo que consideran indiferencia del Gobierno de Baleares se suma ahora un nuevo motivo de alarma: la anunciada reconversión del sector hotelero. Tanto el Gobierno de Jaume Matas como el Consejo Insular de Mallorca han anunciado el propósito de acometer una profunda reconversión del sector que prevé la mejora de las zonas turísticas más obsoletas y degradadas.
En esta materia, no son los sindicatos los únicos que ven con alarma las intenciones de las administraciones autonómica e insular. El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, se ha opuesto con contundencia a que las autoridades políticas aprueben una reconversión 'por decreto'.
El representante de los hoteleros de la isla reconoce que algunas zonas turísticas necesitan cirugía de precisión para mejorar los niveles de la oferta y tratar de desmontar algunos desastres urbanísticos que trajo consigo el proceso de 'balearización' de la costa durante los años 60 y 70. Sin embargo, insiste en que cualquier proceso de reconversión debe hacerse de forma pactada con los empresarios.
Renovar la planta
En medio de este incierto panorama, el Consejo Insular de Mallorca, institución que gobierna el partido nacionalista Unió Mallorquina, gracias a un pacto con el PP, ya ha anunciado su intención de aprobar, antes de que finalice este año, el Plan Territorial de la isla, en el que se incluye la supresión de más de 14.000 plazas hoteleras obsoletas.
El plan delimita una veintena de áreas de reconversión territorial repartidas por toda Mallorca, en las que se eliminarán hoteles de inferior categoría de la primera línea de costa para facilitar la creación de zonas verdes y áreas de equipamientos. La compensación que ofrece el Consejo Insular a los hoteleros es la posibilidad de acometer recalificaciones urbanísticas en zonas vírgenes de la Isla donde construir nuevos alojamientos turísticos.
En caso de que los hoteleros hagan uso de esta opción, se les da la posibilidad de llegar a construir hasta 20.000 nuevas plazas a cambio de eliminar las más de 14.000 obsoletas ubicadas en áreas degradadas.
Otra opción que ofrece la administración a los empresarios es la de reconvertir algunos de estos alojamientos turísticos en viviendas, lo que preocupa seriamente a los sindicatos que creen que se perderá un puesto de trabajo por cada cinco plazas hoteleras que se eliminen, lo que puede conducir a un total de 2.800 despidos.
La ocupación, mejor de lo previsto
A pesar de los temores de baja ocupación con los que empresarios y sindicatos comenzaron la temporada turística, los hoteles de Mallorca cerraron el mes de agosto con una ocupación del 94,9%, algo más de dos puntos por encima de la registrada en el mismo mes del año anterior, que fue del 92,4 %, según datos facilitados por la Consejería de Turismo de Baleares. Para este mes de septiembre, la Playa de Palma, una de las principales zonas de las islas, estima una ocupación que rondará el 70% del total.El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, reconoció que estas cifras han sido mucho más positivas de lo esperado, debido a que tanto durante los meses de junio y julio no se cumplieron las previsiones de la Federación. Sus estimaciones para el mes de agosto eran del 81,3%. A la recuperación de la temporada han contribuido las ventas de último momento, con el dato positivo añadido de que los hoteleros no se han visto obligados a realizar ofertas de última hora a los touroperadores para llenar sus hoteles. Cañellas explicó además que esta mejora de la contratación permitirá que muchos hoteles alarguen la temporada hasta octubre, en lugar de cerrar a mediados de septiembre.