El Gobierno italiano dirige la venta de la licencia de Telefónica Móviles
Telefónica Móviles y sus socios en Ipse, la compañía dueña de la licencia de UMTS en Italia, asisten desde la barrera a la venta de la concesión. El Gobierno del país ha asumido las riendas y es el ministro de Comunicaciones el que negocia con los posibles compradores.
El Gobierno italiano tiene claro que el hundimiento de Ipse, una de las empresas que consiguió una licencia de telefonía móvil de tercera generación, puede convertirse en un problema político, así que ha decidido asumir la responsabilidad de que eso no suceda.
A través del Ministerio de Comunicaciones, Italia ha tomado el mando del proceso y lleva directamente las negociaciones y los contactos con los posibles compradores, según fuentes conocedoras de la situación en Italia.
Ipse y sus socios -Telefónica Móviles es el accionista con mayor participación- asisten como espectadores a la venta de la empresa. No han pedido la intervención del Gobierno, pero tampoco se han negado. Según las mismas fuentes, la compañía es consciente de que ha incumplido los plazos de la concesión y que, a pesar de la moratoria que se ha extendido hasta el 30 de septiembre, el Gobierno podría decretar la confiscación la licencia. Con este escenario, Ipse ha aceptado su papel de invitado, con pocas posibilidades de influir en el precio final. Obviamente, su deseo es que la remuneración sea lo más elevada posible, pero son conscientes de la situación y, en el caso de Telefónica Móviles, tienen ya provisionadas las pérdidas de la aventura italiana.
Sea cual sea el comprador, el espectro se repartirá entre las telefónicas
En su empeño por evitar la quiebra de Ipse y dar una salida a la concesión, el Gobierno ha encontrado dos soluciones. Las dos opciones planteadas tendrán un mismo final: las tres principales operadoras celulares actuales -Telecom Italia, Vodafone y Wind- se repartirán las frecuencias de la filial de Telefónica Móviles. Para llegar a este punto, sin embargo, hay dos caminos.
Enel o Telecom Italia Mobile
El primero pasa porque una de las tres operadoras celulares compre Ipse y luego reparta el espectro. La principal candidata es Telecom Italia Mobile. La segunda posibilidad es que sea una empresa estatal la que adquiera la compañía. La elegida sería la eléctrica Enel que, a la vez, es el principal accionista de Wind. También en este caso las frecuencias serían luego repartidas en tres paquetes.
La decisión todavía no se ha tomado, pero la opción de Enel es la que, en estos momentos, tiene mayores posibilidades de prosperar.
Todos estos planes cuentan con la oposición de la más pequeña de las operadoras de móvil italianas, la filial de Hutchison. Esta firma ya ha dicho que recurrirá y combatirá por todos los medios el traspaso de las frecuencias, porque, a su juicio, supondría una modificación de las normas establecidas en la subasta de licencias UMTS, según han publicado medios de comunicación italianos.
A pesar de esta postura, el Gobierno ha seguido con las negociaciones y el pasado lunes mantuvo una reunión al más alto nivel, con los principales ejecutivos de las tres operadoras de móvil italianas. La venta de Ipse fue el punto principal del encuentro.
Parece que el destino final de las frecuencias de Ipse está claro, así que la duda que queda es el precio que se pagará por ellas. La prensa italiana maneja una cifra entre 200 y 280 millones de euros, pero nada está cerrado. Los socios de Ipse pagaron 3.269 millones por la licencia y son conscientes de que, al quedar al margen de la negociación, poco pueden hacer para presionar al alza. Fuentes oficiales de Telefónica Móviles aseguran que su interés es sacar el máximo retorno a la inversión, aunque insisten en que los desembolsos han sido ya provisionados.
También queda la duda de cuándo se cerrará el acuerdo. El 30 de septiembre vence la moratoria para extender la red, pero se prevé que el pacto se dilate un poco más.
Problemas en Alemania
El problema de Telefónica Móviles es que, mientras espera a vender sus licencias en Europa, los compromisos que asumió en las subastas van venciendo y los Gobiernos pueden requisar las concesiones. En Italia, el primer plazo vencía en julio, pero ha sido prorrogado y el Gobierno es proclive a la venta. En Austria la licencia ya se ha vendido y en Suiza queda tiempo. El mayor problema es Alemania, donde la relación entre Telefónica y las autoridades es más bien tensa.