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Crecimiento

El Gobierno culpa a la guerra y al crudo de la desaceleración económica

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, inauguraron ayer el curso parlamentario con un diagnóstico radicalmente distinto de la coyuntura económica, vista por el vicepresidente Pedro Solbes con optimismo.

El ministro de Economía no observa un cambio de tendencia en la economía española. Ayer no sólo mantuvo en el Congreso la previsión de crecimiento para este año en el 2,8%, a pesar del alza del crudo, con el barril situado por encima de los 41 dólares, sino que se mostró 'relativamente optimista' sobre el comportamiento de la inflación y la creación de empleo sobre unas pautas de crecimiento más sano.

La intervención de Solbes llegó después de una dura interpelación protagonizada por el secretario general del PP, Mariano Rajoy, contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de carecer de política económica. Rajoy culpó al presidente de haber dado 'luz verde a la ruptura del equilibrio presupuestario', de haber llevado 'la inflación al 3,3%' y de aumentar el diferencial en precios con la Unión Europea. 'Los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social han sido francamente malos', opinó. Ante esta situación, afirmó que Zapatero permanece 'mudo e indiferente'.

En su respuesta a Rajoy, el presidente vinculó la tímida desaceleración económica con la subida del precio del petróleo y ésta, a su vez, con las consecuencias de la guerra de Irak. 'Es evidente que el precio del crudo tiene mucho que ver con lo que ha pasado y pasa en Irak. Hace año y medio, alguno decía aquí, al inicio de la guerra, que iba a bajar el precio del petróleo y que España iba a tener grandes beneficios', recordó. 'La inversión en la guerra que algunos propusieron no produce más que efectos negativos', concluyó Zapatero.

Construcción y consumo

Pedro Solbes también achacó al petróleo parte de la culpa de la 'ligerísima desaceleración' detectada en los dos primeros trimestres del año.

En su opinión, hay buenas razones para el optimismo si se tiene en cuenta el buen comportamiento de la formación bruta de capital entre abril y junio, algo que ha compensado, en parte, la ralentización en el sector de la construcción y la pequeña caída del consumo.

El vicepresidente apostó por un crecimiento más sano en 2005, gracias al previsible aumento de las exportaciones y la inversión en bienes de equipo. En sus respuestas a los grupos de la oposición, recordó que el PP presumía de la estabilidad presupuestaria pero no la aplicaba, como lo demuestra el déficit encubierto heredado por el Gobierno a partir de la falta de consignación de múltiples gastos a los que ahora hay que hacer frente derivados, por ejemplo, de la catástrofe del Prestige, la deuda de Renfe o la deuda contraída con la comunidad andaluza.

Economía prevé que el déficit alcance el 1% del PIB

Solbes confirmó ayer en el Senado que, gracias al 'mejor comportamiento' de la Seguridad Social, el cálculo del déficit del Estado se situará alrededor del 1% del Producto Interior Bruto, informa Efe. Sin embargo, advirtió que la cuantificación final dependerá de 'variables que aún no están definidas', entre las que destacó la deuda de 7.200 millones de euros que soporta la compañía Renfe.A la espera de una 'decisión final' sobre Renfe, cuya segregación determinó el anterior Ejecutivo sin 'consideración presupuestaria' al respecto, y de algunos datos de las cuentas públicas de las comunidades autónomas, el déficit estará en torno al 1%, señaló el vicepresidente.Estas previsiones resultan 'compatibles', en su opinión, con el déficit estimado en las Administraciones, que fijó 'algo por debajo' del medio punto.El ministro de Economía también negó la existencia de contactos con el Gobierno catalán para consensuar las cuentas del Estado para el año que viene. 'Pueden insistir lo que quieran pero los presupuestos se dirimen en las Cámaras y así será', advirtió.El senador del PP Juan Pablo Sánchez expresó al ministro de Economía su malestar por haber asistido estos últimos días 'a un debate público entre el Gobierno y sus socios en Cataluña sobre la fórmula que pretenden pactar para financiar el déficit sanitario y parece que una alternativa es el posible aumento de los impuestos a todos los españoles'. A este respecto, Solbes aseguró que en 2005 no aumentará la presión fiscal, 'ni la directa ni la indirecta, en contra de lo que el Partido Popular hizo de forma sucesiva en sus años de gobierno'.

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