Solicitar el préstamo en la empresa sale más barato
Se imagina pedir un préstamo a su jefe? Esta situación no es una hipótesis, sino que para muchos empleados es una realidad. Muy a menudo, a la hora de negociar créditos pocos bancos y cajas pueden competir con las condiciones que ofrece la empresa para la que uno trabaja.
La iniciativa no es nueva. De hecho, la concesión de préstamos y ayudas económicas para distintos fines con la empresa como intermediario ha ido en detrimento en los últimos años. Desde los sindicatos señalan que esta práctica es cada vez más inusual y que las empresas están sustituyendo progresivamente estas ayudas por subidas salariales y otro tipo de bonificaciones económicas. Con todo, algunas compañías todavía ofrecen la posibilidad de recurrir a ellas en busca de un aval para la concesión de un préstamo hipotecario (caso de Telefónica y Unión Fenosa), conceden préstamos personales a tipos inferiores a los del mercado o anticipan el importe de hasta cinco nóminas -previo estudio y no con carácter general- cuando el dinero apremia. Todo, eso sí, gracias a acuerdos de colaboración con entidades financieras.
El perfil de estas empresas responde al de compañías de gran tamaño que históricamente han tenido un apartado dedicado a prestaciones sociales. Sin olvidar al Estado.
Estas prestaciones están recogidas en el convenio colectivo de cada sociedad
La Administración ha sido siempre conocida por concentrar el mayor número de prestaciones de este tipo y, aunque en menor medida, hoy todavía conserva algunas de ellas, recogidas en la Mutualidad de los Funcionarios Civiles del Estado (Muface). Actualmente, además de ayudas de asistencia sanitaria, prestaciones farmacéuticas y por estudios universitarios, subsidios por incapacidad temporal, jubilación y defunción, Muface contempla ayudas para adquisición de vivienda, al aportar 0,20 puntos del tipo de interés de los préstamos hipotecarios entregados a los mutualistas.
Por norma, tanto las ayudas económicas como la posibilidad de pedir anticipos del sueldo están recogidas en el convenido colectivo de cada sector, en general, y de cada empresa, en particular. De este modo, por ejemplo, un empleado de banca -sector que goza de las mayores ventajas en lo que a condiciones de los préstamos se refiere-, puede beneficiarse de las ayudas contempladas en el convenio colectivo que le corresponda, sea el de la Asociación Española de Banca (AEB) o los dos de las cajas de ahorros y el de la propia entidad, que suele ampliar estas ventajas. En estos convenios se incluyen desde las ayudas para los estudios de empleados o guarderías hasta las condiciones más favorables para solicitar préstamos hipotecarios, que en determinados plazos pueden llegar a cobrar intereses simbólicos, de sólo un 0,10%.
Un anticipo por ley
Cuando el convenio no recoge este tipo de ventajas, el trabajador cuenta con la posibilidad, en cualquier caso, de pedir un anticipo de la nómina, como contempla el artículo 29.1 del Estatuto de los Trabajadores. Según Icíar Alzaga, abogada del bufete Sagardoy, 'este estatuto señala que todo empleado puede solicitar un anticipo de la nómina por el trabajo ya realizado. No sucede lo mismo con las nóminas de meses futuros, que dependen de un acuerdo con la empresa'.
Desde las compañías reconocen que este tipo de prestaciones son aplaudidas entre los trabajadores. Telefónica, por ejemplo, contabilizó el año pasado 4.243 anticipos concedidos automáticamente. En 2002 fueron 4.728. Y, como en cualquier estadística de préstamos que se precie, son los meses de septiembre, diciembre y los previos al verano los que concentran mayor número de solicitudes.
Créditos y anticipos En función de la necesidad
Telefónica La empresa ofrece la posibilidad de solicitar el anticipo de hasta tres mensualidades sin interés a los empleados que tengan una antigüedad superior a los dos años. El plazo para devolverlas es de 24 meses. Además los empleados fijos pueden solicitar avales para la adquisición de vivienda con el límite de 42.000 euros.
Altadis ofrece la posibilidad de pedir anticipos de una mensualidad según está estipulado en el convenio colectivo. Existe una dotación del fondo anual para estos fines, por lo que una vez se agota el importe destinado a un determinado ejercicio el trabajador no podrá pedir adelantos y tendrá que esperar al ejercicio siguiente.
La Caixa prima el aspecto social sobre el económico, de ahí que mejore las condiciones del convenio de cajas cuando se trata de préstamos hipotecarios de personas con menor poder adquisitivo o situaciones de necesidad como divorcios, separaciones o adopciones. En determinados plazos, el interés puede ser del euribor menos 2,5 puntos.
Iberia La aerolínea concede préstamos por un importe de hasta 3.000 euros a tipos de interés inferiores a los del mercado. Además, y a través de la Junta Central de Acción Social, un fondo solidario en el que colaboran todos los trabajadores, se pueden solicitar créditos de entre 1.800 y 6.000 euros a tasas de entre el 3% y el 5%.
Endesa distingue entre dos tipos de créditos. El primero es un préstamo sin intereses que permite solicitar hasta 17.000 euros, en función de la finalidad, con un plazo máximo de 36 meses. La segunda modalidad es un crédito para adquisición de vivienda habitual de hasta 30.000 euros a devolver hasta en 72 mensualidades.
BBVA Además de las condiciones del convenio de banca, los trabajadores tienen una cuenta de abono de nómina con un tipo de interés del 70% del euribor medio a seis meses y no pagan comisiones en concepto de cuota de tarjetas, cheques de viaje, valores y fondos. Además, cuentan con condiciones especiales en seguros, préstamos y créditos.
Unión Fenosa actúa de aval en dos tipos de préstamos. En primer lugar, para adquisición de vivienda, con un plazo de hasta 12 años, y un interés que varía según la entidad. El Banco Cooperativo ofrece el 2,5% el primer año y luego euribor más 0,5 puntos sin comisiones. Además, concede un préstamo personal de hasta 12.020 euros.
Ferrovial El grupo dedicado a la construcción contempla la posibilidad, previo estudio del caso, de conceder préstamos a sus empleados. Las condiciones del mismo (tipo de interés, plazo e importes máximos) dependerán de cada situación en caso de que se autorice. En lo referente a los anticipos, aplican lo obligatorio por ley.
SEPI La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) anticipa salarios por un importe máximo del 15% de la retribución fija bruta anual del trabajador. El plazo para devolver estas cantidades es de 12 meses, siempre en cuotas del mismo importe. El trabajador tiene derecho a anticipos a cuenta de los salarios mensuales.
Repsol ofrece varias opciones. Una de ellas es un aval para préstamos de gastos extraordinarios en los que el empleado pacta con una entidad predeterminada por la empresa. También bonifica los intereses para la compra de primera vivienda. Concede préstamos sin intereses y un crédito sobre sueldo a devolver en dos años al interés legal del dinero.
Renfe La compañía ferroviaria ha recortado en los últimos años este tipo de prestaciones y beneficios sociales y actualmente no concede préstamos a sus empleados. No obstante, concede anticipos de hasta tres mensualidades que el trabajador deberá devolver en un plazo máximo de hasta 18 meses.
IBM Además de ofrecer la posibilidad de solicitar anticipos de la nómina, la empresa informática puede conceder 'préstamos de emergencia' con devolución en varios meses sin intereses. Existen, además, otro tipo de ayudas como la subvención de 600 euros para la compra de un ordenador y para cursos de formación.
Pagos en especie
Lograr anticipos y préstamos a tipos inferiores a los de los bancos supone, sin embargo, tributar como salario por la diferencia entre el tipo aplicado y el del mercado. Esto se debe a que, como señala Icíar Alzaga, del bufete Sagardoy, 'todos los anticipos y préstamos que no se restituyan antes del final del mes en el que se han concedido tienen la consideración de pagos en especie'. Lo mismo sucede con los préstamos que concede la banca a sus empleados. Como en cualquier empresa que regala el bien que produce, en la banca se consideran pagos en especie los créditos a tipos inferiores a los del mercado.