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Formación de ejecutivos

Economistas, abogados e ingenieros llevan las riendas del Ibex 35

Masificación. Esa es la primera palabra que viene a la mente cuando uno piensa en la Universidad Complutense, la Politécnica o la de Barcelona. Pero hay mucho más que eso detrás de sus muros. Estos tres centros son, además, los mayores criaderos de directivos. Y entre ellos están los principales ejecutivos de las empresas del Ibex 35.

'Eso es un hecho positivo que demuestra que la universidad pública enseña a pensar, reflexionar y ordenar la mente', afirma Carlos Berzosa, rector de la Complutense (UCM). Joan Tugores, principal responsable de la Universidad de Barcelona (UB), va más allá y señala que 'la democratización de la enseñanza universitaria ha sido el mecanismo de promoción social más importante del último medio siglo en este país'.

Prácticamente todos los ejecutivos del Ibex 35 se han graduado en Económicas, Derecho o Ingenierías. Antonio González-Adalid, presidente de Enagás, resta importancia a este hecho. Para él, 'lo importante es la formación de la personalidad que se acaba consiguiendo', más que los conocimientos específicos adquiridos en determinada carrera. Además, en su opinión, carreras como 'Derecho, Económicas o Ingeniería son mucho menos técnicas y más globales en España que en otros países'.

Entre los pocos que nadan contracorriente está Juan Luis Cebrián. El consejero delegado de Prisa se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense y es diplomado por la Escuela de Periodismo.

En cuanto a Amancio Ortega, representa el modelo de empresario hecho a sí mismo más allá de las aulas universitarias. Aunque no ha cursado estudios superiores, el presidente de Inditex ha logrado crear un imperio de más de 2.000 tiendas de ropa distribuidas por todo el mundo.

La influencia de Madrid

Otro común denominador de los ejecutivos del Ibex es geográfico. La mayoría nació en un triángulo imaginario con vértices en Galicia, Cataluña y Madrid. Y la capital española ha acogido a más de la mitad de estos empresarios durante su juventud. 'Esto es un reflejo de la administración y del sistema educativo de hace 20 y 30 años', afirma Joan Tugores. 'Entonces había una tercera parte de las universidades que hay ahora y, por eso, la atracción de Madrid era mayor'. Javier Uceda, rector de la Universidad Politécnica de la capital, coincide con esta opinión pero añade algún matiz. 'Aún hoy, con el sistema abierto, la Complutense y la Politécnica siguen siendo receptores netos de estudiantes', anota.

Los máster figuran como los estudios de posgrado favoritos. Más de una veintena de los ejecutivos cursaron este tipo de especialización, mientras que nueve optaron por el doctorado y siete aprobaron oposiciones. Marcelino Oreja, presidente de FCC, ha conocido todas las opciones: ingresó como número uno de su promoción en la carrera diplomática, se doctoró en Derecho en la Complutense y ha realizado varios cursos de especialización en el extranjero.

En el campo de los posgrado, los centros educativos privados desbancan a las universidades públicas. Esto se debe, en palabras del rector de Icade-Icai, José Ramón Busto, a que 'la universidad privada ha sido más ágil que la pública a la hora de adaptarse a las demandas de la empresa'.

Los números de Comillas hablan por sí solos. En 2003, una tercera parte de sus más de 12.000 alumnos eran personas que realizaban estudios de especialización. Carlos Berzosa reconoce la diferencia. Para el rector de la Complutense, 'en la universidad pública todavía tenemos poco recorrido en los posgrados enfocados al mundo de la empresa. Es una asignatura pendiente'.

A la hora de efectuar un máster, los ejecutivos se dividen a partes iguales entre el extranjero y España. César Alierta y Rafael del Pino optaron por marcharse fuera. El presidente de Telefónica cursó un MBA en la Universidad de Columbia (Nueva York), mientras su homólogo de Ferrovial lo hizo en la Sloan School of Management del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). En el ámbito nacional, el IESE despunta en la formación de directivos. Antonio González-Adalid, que encabeza la Agrupación Territorial de Miembros del IESE, se formó en la escuela de negocios de la Universidad de Navarra. En su opinión, 'los centros privados para cursar estudios de posgrado de España están entre los mejores de Europa y del mundo'.

Las lenguas extranjeras parecen una cuestión superada entre los ejecutivos del Ibex. Más de dos terceras partes de los directivos consultados afirman dominar el inglés y 25 de ellos se manejan en francés. Antonio Núñez, director de Programas de Formación de Directivos del IESE, asegura que 'los mayores de 45 años suelen tener una formación más baja, pero los menores de 45 tienen los idiomas como un elemento común'.

Javier Valls Taberner destaca sobradamente en este terreno. El copresidente del Banco Popular domina cuatro idiomas extranjeros con fluidez, además del castellano y el catalán.

Uno de cada seis directivos ha estudiado con los jesuitas

Hace 20 o 30 años, la oferta de docencia privada se limitaba a unos pocos centros regentados por la Iglesia. Todavía hoy, menos del 10% de los 1,5 millones de estudiantes universitarios españoles cursan sus estudios en centros de pago. Pero de los 60 mayores ejecutivos del Ibex, nueve han atendido a universidades pertenecientes a la Compañía de Jesús.Tradicionalmente se ha asociado a los jesuitas con la preparación de las élites. José Ramón Busto, rector de Icade-Icai, considera que esto es un 'cliché con cierto fundamento'. 'Nos gusta formar personas capaces de dirigir, lo que no queremos es que esto venga impuesto por el origen del individuo', concluye.La diferencia entre estudiar en una universidad pública o en una privada no es poca. Mientras que cursar un año de Derecho en la Universidad Complutense sale por unos 530 euros, para realizar esos mismos estudios en la Universidad Pontificia Comillas hay que pagar más de 5.500 euros.Busto considera que la universidad española 'está sometida a una regulación estatal excesiva'. En su opinión, 'la universidad debe jugarse las cosas en la libre competencia'.Los antiguos alumnos de los jesuitas trabajan en sectores que van desde la banca a las líneas aéreas. Emilio Botín, presidente del grupo Santander, cursó una de sus dos carreras en Deusto. José Ignacio Goirigolzarri fue todavía más allá. El consejero delegado del BBVA realizó tanto su licenciatura como su doctorado en la universidad vasca.En la Escuela de Ingeniería de la Universidad Pontificia Comillas se han formado José Ignacio Sánchez Galán y Fernando Conte García. Los consejeros delegados de Iberdrola e Iberia son ingenieros industriales. Belén Amatriain, presidenta de TPI y una de las pocas mujeres que encabezan una empresa del Ibex, es licenciada en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por Icade.

Los altos ejecutivos dan la espalda a sus centros de estudio

Un motivo de desazón para los rectores es que, en su parecer, los antiguos alumnos apenas se sienten vinculados con sus universidades. 'Es terrible, sólo hay 500 miembros en la Asociación de Antiguos Alumnos de la Complutense', dice Carlos Berzosa. 'En EE UU sí existe esa tradición. Aquí, con una aportación módica se solventarían todos nuestros problemas de dinero'.Javier Uceda, de la Politécnica, destaca que, aparte de los convenios de para desarrollar programas de I+D+i, 'las aportaciones de graduados o de las instituciones que dirigen, aquello que los anglosajones llaman el fund raising, es limitadísimo. El dinero llega a cambio de alguna contraprestación'. La situación en los centros privados es algo mejor pero, aún así, el rector de Comillas reconoce que 'todavía queda mucho para que los alumnos devuelvan a la universidad lo que obtuvieron de ella'.

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