Nacido para competir
Hasta ahora, la mecánica de 2,2 litros y 125 CV que se ofrecía en el Saab 9-3 como única alternativa diésel brillaba a un nivel adecuado. Sin embargo, el empuje de su feroz competencia, sobre todo germana, dejaba en un segundo plano a este flamante automóvil. Entre sus rivales han estado el Audi A4 (de hasta 180 CV), el BMW Serie 3 (de 115 a 180 CV), la Clase C de Mercedes Benz (hasta nada menos que 231 CV) o hasta su compatriota el Volvo S60 (con 130 o bien 163 CV). El estándar de potencia en gasóleo que ofrecían éstos dejaba al Saab 9-3 en un plano discreto para los objetivos de su grupo matriz, General Motors.
El handicap ha quedado resuelto con la incorporación de dos nuevos motores de 120 y 150 CV, los dos derivados de un bloque común de cuatro cilindros y 1.9 litros. Estos propulsores incluyen tecnología muy moderna y, por ejemplo, el sistema de alimentación es directa mediante common rail de nueva generación. Se trata de un dispositivo del alemán Bosch que genera hasta 1.600 bares de presión en el interior de los cilindros y en momentos con fuertes demandas de empuje o aceleración. Ese valor se traduce en un gran aprovechamiento térmico que reduce combustible.
En las prestaciones, Saab monta dos posibles culatas: de 8 o de 16 válvulas. La primera se corresponde con el motor de 120 CV y la segunda con el de 150. En ambos casos son comunes dispositivos como el turbocompresor de geometría variable o el intercambiador de calor (el conocido como intercooler).
Acoplada a esta mecánica, figura una transmisión manual de seis relaciones con tacto rápido y preciso y desarrollos bien adaptados a las posibilidades mecánicas.
Con un sobreprecio, el modelo más enérgico puede optar a una caja automática (también utilizada por Volvo parte de su gama), que ofrece el mismo número de marchas y dos tipos de manejo: completamente autónomo o manual secuencial.
Las prestaciones de los nuevos 9-3 1.9 TiD son excelentes. El de 120 CV logra 200 km/h de velocidad máxima con aceleración de 0 a 10 km/h de unos 11 segundos. El de 150 CV, sólo un poco más solvente (sobre todo para viajar con peso) permite un paso desde parado a 100 km/h, de 9,5 segundos y un máximo de 210 km/h. El consumo medio homologado de uno y otro queda establecido en 5,6/5,7 l/100 km respectivamente, lo que está muy bien. Los dos coches superan la norma de emisiones contaminantes EU IV, obligatoria para los modelos de nueva producción a partir de 2006.
La familia General Motors
Los nuevos propulsores de gasóleo que acaba de estrenar el Saab 9-3 (disponibles desde 26.700 euros en versión de 120 CV y 1.700 euros más si se opta por el de 150 CV) son originales de Alfa Romeo. Como Saab, se trata de una marca participada por General Motors aunque, en este caso, a través de un intercambio accionarial con el consorcio Fiat. De hecho, estos motores denominados Multijet ya figuraban en las ofertas Alfa 147, 156 y Sportwagon además de en el Fiat Stilo.En idéntico sentido, las gamas Opel Astra y Astra familiar o SW, Vectra y Vectra SW y Signum se benefician, desde hace meses, de estos mismo propulsores. No en vano, Opel también pertenece a GM.Al hilo de las nuevas motorizaciones, Saab estrena un sistema de navegación inédito que puede ser comandado mediante voz. Asimismo, añade a los anteriores acabados Linear, Arc y Vector uno nuevo Vector Aero, de marcado acento deportivo: incluye spoilers, aletines y llantas de aleación de 17 pulgadas, entre otros elementos.