Alerta por el efecto en los niños de las imágenes televisivas
Seis meses después del 11-M, la matanza en un colegio de Osetia del Norte ha vuelto a llenar las pantallas de televisión de imágenes impactantes para los niños. Y es que los atentados terroristas o los accidentes de tráfico se cobran víctimas directas, pero la 'inundación excesiva de imágenes' que ofrecen las televisiones hacen que el niño que es testigo de ellas se convierta en otra víctima.
La profesora titular de psicología de la Universidad Complutense Isabel Calonge expresó esta preocupación durante la conferencia organizada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid para presentar una guía diseñada para enseñar a los adultos a afrontar las situaciones traumáticas en la infancia.
Los niños españoles, explicó Calonge, no sólo fueron víctimas de los atentados del 11 de marzo en Madrid, sino que también se han convertido en víctimas del asalto a la escuela número 1 de Beslán a través de la televisión, una situación que exige a, su juicio, 'control' por parte de los medios y 'responsabilidad' por parte de los padres. '¿Por qué hay que ilustrar las noticias de la comisión del 11-M con fotos de la masacre o por qué se repiten todavía las imágenes de los padres de Beslán?', se preguntó esta experta.
La guía, que se edita en colaboración con el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, está dirigida a padres, educadores y sanitarios y responsables de los servicios sociales con el fin de ayudarles a enfrentarse al impacto emocional que pueden sufrir los niños tras una tragedia como la del 11-M.
Calonge dijo que siempre es preferible decir la verdad a la mentira, porque la realidad se acaba conociendo, a veces de forma cruel, pero sólo hay que contar 'lo que el niño puede entender y hasta dónde quiere saber', por lo que es necesario fraccionar y dosificar la información.
Los responsables de comunicar las noticias deben ser las personas más próximas sin aire de solemnidad, sino en una clima de 'normalidad, tranquilidad y cariño'. La familia será el 'apoyo básico' durante los siguientes meses, 'pero no romper la rutina'.