Citroën lanza un coche que ahorra gasolina en los semáforos
La amenaza de cambio climático global a medio plazo ha creado la conciencia en la sociedad de que es imprescindible reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, recortando la dependencia del petróleo. Los automóviles son, en todo el mundo, los principales responsables del consumo de petróleo y de la contaminación y del aumento del CO2 en la atmósfera. Por ello, cualquier ahorro de energía en los motores tiene gran repercusión.
En esta línea de ahorro energético se inscribe la estrategia de PSA Peugeot Citroën de desarrollo de nuevas tecnologías. El grupo automovilístico francés presentó ayer un nuevo sistema de paro y arranque automático del motor, Stop & Start, que se comercializará desde principios de noviembre en Francia, y en otros países europeos el año próximo.
El Stop & Start permite que el motor se pare automáticamente cuando el conductor frena el vehículo y la velocidad baja a menos de seis kilómetros por hora. Luego, cuando se suelta el freno, el motor arranca también por sí mismo, para lo que cuenta con un alternador reversible -que puede funcionar como motor de arranque o de alimentación-, con una batería más potente que la habitual y otra pequeña batería de apoyo bajo el asiento del conductor. El dispositivo permite un ahorro de combustible 'del 10% al 15%', con una disminución equivalente de emisiones contaminantes, según destacó ayer en su presentación en París el presidente de PSA Peugeot Citroën, Jean-Martin Folz.
El sistema automático de puesta en marcha, más silencioso que el habitual, sólo consume el equivalente a tres segundos con el motor al ralentí
De hecho, la disminución es del 6% en un ciclo de recorrido mixto, del 10% en un tramo estrictamente urbano, y hasta del 15% en un recorrido urbano con atascos. El paro del motor empieza a ser rentable en términos de ahorro de energía, según PSA, a partir de tres segundos, que es el tiempo necesario para que un coche al ralentí consuma el combustible necesario para el arranque del nuevo dispositivo, más silencioso que uno habitual.
El sistema se desactiva automáticamente en circunstancias especiales, en las que se requiere el apoyo del motor aunque el coche esté detenido, como en el caso de temperaturas extremas, fuertes pendientes o en maniobras de aparcamiento.
El Stop & Start equipará de momento una versión especial del Citroën C3, y en función de su éxito, otros coches urbanos de motor de gasolina, como el Citroën C2 y el Peugeot 1007 (el sistema presenta problemas para su adaptación a vehículos con motores diésel, por su arranque más lento). El vehículo será presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de París que abrirá sus puertas el próximo 23 de septiembre. Su precio será de unos 15.000 euros (similar a los de su gama) y el objetivo inicial es vender unas 50.000 unidades de aquí a 2006.
Audi y Volkswagen, con el mismo interés de protección del medio ambiente, incorporan en los modelos A2 1.2 TDI y Lupo 3L, respectivamente, un sistema similar al de PSA. Y es que el sector aumenta cada vez más su conciencia ecológica. No es de extrañar. Ayer mismo, el ministro francés de Ecología, Serge Lepeltier, reiteró su intención de aplicar un impuesto que gravará los coches más contaminantes y servirá para financiar la compra de los que consumen menos combustible.