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Presupuesto

El PP está dispuesto a quedarse solo en el debate presupuestario

Mariano Rajoy asume que su partido puede quedar aislado en el debate presupuestario, a la vista de la estrategia exitosa con la que el PSOE conduce las negociaciones: ya tiene garantizada la aprobación de las cuentas de 2005 con mayoría absoluta.

Después de entrevistarse durante una hora con el presidente del Gobierno en La Moncloa, el líder del PP descalificó públicamente la forma en la que ha abierto el debate territorial y también la manera en la que está conduciendo la negociación presupuestaria. En su opinión, el Gobierno ha convertido esta última en 'un auténtico zoco de intereses territoriales' que deriva, en parte, de 'la falta de proyecto económico'. Rajoy dio a entender que al PP no le preocupa quedarse sólo en la votación parlamentaria de los Presupuestos, sensibilidad que contrasta con otros dirigentes de su partido. Uno de ellos ha asegurado a este periódico: 'Podemos caminar en solitario en muchos asuntos, pero no en el económico porque es de vital importancia que se siga percibiendo con claridad nuestra alternativa'.

Después de los sondeos exploratorios realizados por el Gobierno en julio y de la ronda de entrevistas abierta hace dos semanas, éste ya tiene garantizados, como mínimo, 182 votos, (PSOE, ERC, IU y CC) para sacar adelante los Presupuestos, seis por encima de la mayoría absoluta. Los socialistas confían en obtener también el apoyo de CiU, PNV y los integrantes del Grupo Mixto.

Rajoy mostró ayer un interés evidente en azuzar el debate territorial para convertirlo en centro de la actualidad política, con la denuncia de que Zapatero carece de proyecto en un tema tan sensible como este. Es una estrategia que el Gobierno intenta neutralizar a través del giro social que incorporarán los Presupuestos de 2005. Estos intereses cruzados convirtieron ayer el encuentro en un diálogo de sordos.

Hacia un pacto sobre inmigración

Durante la entrevista que Zapatero y Rajoy mantuvieron ayer en La Moncloa, la segunda desde que el primero accedió a la Presidencia, éste le ofreció al líder del PP un pacto de Estado sobre inmigración, que incluiría cuatro objetivos: control de fronteras, implicación de Europa, cooperación internacional con los países de origen y análisis de la situación de los inmigrantes que se encuentran irregularmente en España. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, expondrá el lunes en el Congreso la forma en la que el Gobierno piensa regularizar la situación de los inmigrantes sin papeles que trabajan en España.La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, explicó después de la entrevista que Rajoy no anticipó a Zapatero si acepta o no este pacto, que será ofrecido por el presidente del Gobierno en los próximos días al resto de los líderes políticos.En opinión de Zapatero, el problema de la inmigración debe quedar al margen de la pugna partidista.

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