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CincoSentidos

Demanda récord por sexismo en la City londinense

El caso de Stephanie Villalba, la ex responsable de banca privada de Merrill Lynch para Europa, divide a la City londinense, un lugar tradicionalmente dominado por los hombres y criticado en ocasiones por su cultura machista. ¿Hubo discriminación sexual en su despido, como denuncia ella, o realmente le vino grande el cargo, como alega el banco de inversión?

El tono en el cruce de acusaciones creció ayer al llegar en los tribunales el turno para que Merrill se defienda. Mientras Villalba, que fue relegada de su cargo en febrero de 2003, denuncia 'discriminación sexual, persecución, despido injusto y desigualad salarial', el banco de inversión habla de 'pobre dedicación, gestión y resultados'.

De momento, lo que ha conseguido Villalba es movilizar a toda la cúpula directiva de Merrill Lynch, algunos de cuyos cargos más importantes se pasarán en las próximas semanas por el tribunal laboral de Croydon, un pequeña localidad al sur de Londres.

La directiva dice que sufrió vejaciones y el banco atribuye su cese a la mala gestión

Su sueldo como vicepresidenta superaba el medio millón de euros

Ayer ya lo hizo Raymundo Yu, ex jefe de Villalba. El objetivo de los 22 testigos que presentará Merrill Lynch, incluida la mujer que la sustituyó en el cargo, no es tanto evitar los 11,3 millones de euros de indemnización que Villalba solicita, como salvar la reputación del banco, que ya se ha visto envuelto en otros casos similares por sexismo en EE UU y que ahora se trasladan a Europa, en lo que podría constituir la mayor sentencia por discriminación sexual en el Continente. En abril pasado, por ejemplo, Merrill Lynch tuvo que pagar 2 millones de euros a Hydie Summer, una intermediaria bursátil de San Antonio (Texas).

Stephanie Villalba tiene 42 años, es madre de tres hijos, está casada con un banquero italiano y vive en una casa valorada en 4,5 millones de libras (6,6 millones de euros) en el selecto distrito londinense de Belgravia. Había desarrollado prácticamente toda su carrera en el que ella consideraba uno de los grandes bancos de inversión del mundo. Trabajó primero en Nueva York y más tarde en Londres.

Su sueldo anual como vicepresidenta primera, cargo que desempeñaban 230 personas más en la entidad, ascendía, según Financial Times, a 385.000 libras (566.176 euros). En julio de 2003, apenas un año después de ser ascendida, fue despedida como responsable de la división europea de Merrill Lynch International.

Villalba entendió su despido como un caso de machismo. Según su testimonio, en enero del año pasado el banco le ofreció en el bonus una cantidad de 300.000 libras (441.176 euros), inferior a la del resto de sus colegas varones con el mismo rango, 588.235 euros (400.000 libras).

Su jefe directo explicó al tribunal londinense que la división al mando de la cual estaba Villalba registró unas pérdidas antes de impuestos de 45,8 millones de euros en 2002, más que ninguna otra a nivel global. 'La falta de comunicación con sus superiores hizo que se desmotivara, impidiéndola atraer nuevos clientes y remontar las pérdidas', comentó Yu.

Villalba se defiende por su parte alegando que cuando ella accedió al cargo en mayo de 2002, tras pasar 17 años en diferentes departamentos de la entidad financiera, la división ya estaba en pérdidas. Además, denuncia que sufrió un trato desigual con respecto a los salarios que tenían hombres con cargos similares al suyo.

Más allá de las diferencias económicas, el cruce de acusaciones alcanzó cotas personales. En su declaración, Villalba denunció que sufrió continuas vejaciones por parte de sus superiores, como en una ocasión en la que le obligaron a servir las bebidas en el avión, durante un viaje de trabajo.

Yu, por su parte, contraatacó desvelando que en 2002 Villalba se negó a visitar España, a pesar de los problemas por los que atravesaba entonces la filial española. 'En esa época ella hizo lo imposible por no visitar este país, cuando la situación demandaba un liderazgo y una determinación mayores. Incluso llegó a pedir en dos ocasiones a directivos del banco en España que se desplazaran a Londres', declaró.

El enfrentamiento entre Villalba y Merrill Lynch no es un caso aislado en la City. En los dos últimos años, el centro financiero de Europa ha visto como varias mujeres han denunciado casos de discriminación sexual que han afectado a compañías como Schroders, Nomura, Investec o Goldenberg Hehmeyer, por citar algunos casos.

Más mujeres, pero sin cargos y peor pagadas

La presencia de mujeres en las empresas financieras de la City londinense ha ido aumentando en la última década. Su presencia ronda en torno al 40% en las mesas de análisis, de intermediación, de banca de inversión y es algo superior en las gestoras, según un reciente estudio de la Comisión británica para la Igualdad de Oportunidades citado por Comisiones Obreras. Pero todavía hay muy pocas mujeres -menos del 20%- en puestos realmente altos.Además, según este estudio, las mujeres con puestos directivos en el sector financiero cobran un 31% menos que los hombres. Esta diferencia se eleva hasta el 47% en el caso de analistas y brokers.En España, además de poder acudir a los tribunales laborales si considera que se le ha discriminado, el trabajador tiene la posibilidad de reclamar la responsabilidad penal de la empresa. Esto significa que si una empresa produce grave discriminación en el empleo contra una persona por razón de su sexo, serán sus administradores o encargados del servicio responsables de dicha discriminación los que puedan ser condenado a penas de prisión de seis meses a dos años o multa de seis a doce meses. En un caso extremo, según la ley española, el juez puede llegar a establecer medidas tan graves como la disolución de la empresa.

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