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Terremoto en el sector inmobiliario alemán por una red de corrupción

El regulador del mercado alemán (BaFin) ha abierto una investigación acerca de lo que se ha calificado ya como el mayor escándalo por soborno del sector inmobiliario del país. El caso afecta a 40 de las principales compañías de Alemania, y en él se hallan implicados desde directores de fondos, banqueros o arquitectos hasta agentes inmobiliarios y abogados. Todos ellos forman parte, supuestamente, de una amplia red que pagó o recibió durante muchos años sobornos por valor de millones de euros, según la fiscalía de Fráncfort, que investiga el caso.

BaFin señaló que la filial inmobiliaria de Deka ha sido requerida para que dé explicaciones acerca de un amplio volumen de documentación relativo al caso que se investiga. Michael Koch, jefe de la unidad inmobiliaria de Deka, fue despedido la semana pasada, tras ser destapadas las irregularidades en su trabajo. Koch es uno de los investigados por la fiscalía.

El diario alemán Handelsblatt informó en su edición de ayer de que las numerosas investigaciones de la fiscalía contra la red de corrupción en el ámbito bancario e inmobiliario de Fráncfort han sorprendido a todo el sector. Algunas fuentes del área inmobiliaria no han tardado en calificar el escándalo de 'terremoto' y afirman que ahora 'se empieza a hacer tabla rasa'.

Una red de directores de fondos, banqueros, agentes inmobiliarios, arquitectos y abogados pagó o recibió durante años millones de euros en sobornos

Al mismo tiempo, se prevé que los casos investigados actualmente desencadenen nuevas crisis. Resulta para muchos sorprendente que 'los altos niveles de dirección empresarial de algunos de los grandes implicados estén enmarañados en el pago de sobornos', explican fuentes del sector inmobiliario.

Tras las declaraciones de algunos testigos, la justicia alemana quiere ampliar a otras entidades el marco de su acción, hasta ahora limitada principalmente a la filial inmobiliaria del Deutsche Bank, DB Real Estate, y contra Deka Inmobilien, la filial inmobiliaria del Deka Bank, propiedad de las cajas de ahorros. 'Ahora se han añadido más empresas, personas y objetos' a la investigación, dijo el fiscal Wolfgang Schaupensteiner al rotativo Handelsblatt.

Las sospechas se despertaron tras abrirse el caso de un directivo de la filial de gestión de bienes de inversión de Deutsche Bank, DB Real Estate, que fue condenado el pasado mes de febrero a seis años de cárcel por gestión desleal y corrupción en cientos de operaciones. En un proceso continuado de corrupción, este banquero recibió entre 1998 y 2002, en 900 casos, sobornos y regalos por la entrega de contratos de servicios y reparación a ocho empresas con los que se embolsó un millón de euros.

El asunto llevó a la fiscalía a sospechar que se trataba de una espiral de corrupción más amplia y a investigar a otro directivo de la misma compañía por haber aceptado sobornos de un arquitecto a cambio de un contrato.

Pero la investigación va más allá de la filial inmobiliaria del principal banco alemán y se ha extendido ya a otro gigante del sector, Deka Inmobilien.

Con un capital de 18.500 millones de euros, Deka Inmobilien es el líder de los ofertantes alemanes de fondos inmobiliarios. La compañía ha sido uno de los agentes inmobiliarios más activos en el mercado español en los últimos años. En 2002, el holding alemán protagonizó dos de las más importantes inversiones inmobiliarias en Barcelona. En concreto, adquirió los centros comerciales El Triangle, junto a la plaza de Catalunya, y Diagonal Mar, por 114 y 200 millones de euros respectivamente. A principios de 2003, el grupo adquirió el hotel de lujo Le Méridien de Barcelona, y recientemente ha vendido un edificio de oficinas del centro de Barcelona a Inditex y a una inmobiliaria vinculada al mismo grupo gallego por 55 millones de euros.

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